Clube de Adictos a Deep Purple

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Púrpura Chess

This blog is basically a musical site. Here we talk about the music we like, using different angles. As dear and missed Jon Lord once said: “Music is the highest kind of Art that exists”. I think the same way too.

Púrpura Chess

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viernes, 9 de agosto de 2013

Concierto de Michael Bolton...y Marbella.


A primeros de agosto pude asistir al concierto que ofreció Michael Bolton en Marbella, concretamente en el Club de Tenis del Hotel Puente Romano. Casi nada. He asistido a muchos conciertos y festivales (y los que me quedan), he visto fauna de diverso pelaje, pero lo de Marbella definitivamente fue otra cosa.
Por un lado lo musical. Disfruté de la espectacular voz de este hombre, hoy día venido a menos en cuanto a términos de popularidad que no de talento. Un espectáculo que arranca con “To love somebody” y en el que suenan temas como “Dock on the bay” de Otis Redding o “Sweet Home Chicago” no es cuestión baladí.
Michael presentaba su último trabajo discográfico, “Ain’t no mountain high enough”, del que sonó el tema homónimo, una joya popularizada por Marvin Gaye y que en la garganta de Bolton resultó perfecta. La banda que le acompañó para la ocasión me pareció bastante solvente, en especial el saxofonista, aunque hay que hacer mención especial para la cantante Kelly Levesque, con la que interpretó unas canciones a duo, entre ellas la conocida “How am i suppose to tive whitout you”. El momento álgido llegó cuando Michael Bolton interpretó el conocido “Nessun Dorma” de Pucini que nos puso los pelos de punta. Como curiosidad quiero comentar que Levesque tuvo su momento solista, supongo que para descanso de la voz de Bolton, en el que se hizo un pequeño medley que incluyó fragmentos de temas de Cher y el ”Forever” de KissBolton dejó para el bis su versión de “Georgia on my mind” en la que no pude evitar acordarme de Glenn Hughes.
                              
                               
El artista telonero, un pianista llamado Paul Maxwel, me gustó, sobre todo su homenaje final a Jerry Lee Lewis subido encima del piano. Grande. 
Reconozco que, aunque Bolton era uno de esos cantantes de mi lista por escuchar en directo, no puedo evitar pensar que hubiera sido de él si hubiese decidido seguir por la línea del buen Rock melódico de sus primeros discos -“The Hunger” es buenísimo- en vez de buscar ese tinte más acaramelado e impersonal que exigían las radios de finales de los ochenta y noventa a las que vendió su alma.
Al margen de lo estrictamente musical aquello fue desde luego una experiencia. Empezando por un recinto habilitado para público de diversas categorías. Frente al escenario teníamos las entradas VIP, cómodos sillones, con sus mesas respectivas debidamente engalanadas, con sus recipientes para mantener frías las botellas de champán, con sus camareros y sirvientes varios prestos a llevar el cochecito con los bebés y demás desvaríos que se le pudieran ocurrir al encantador público que quisiera pagar los ciento y pico (mucho pico) euros que costaba el asunto. Detrás el público de “segunda”, solo con los asientos engalanados. En las gradas el público ¿habitual? de conciertos, con su asiento y punto. Y en los laterales, por detrás del escenario, sí, detrás del escenario, las entradas “baratas”; lo cierto es que si te colocabas bien veías justo el escenario de lado y podías disfrutar y enterarte del concierto. Esa fue la opción elegida.
                                   

Ahora bien, el choque de mundo y culturas que allí se experimentó merece ser comentado. Era mi primera vez en esa sofisticación marbellí. Desde mi atalaya lateral tuve el gusto de presenciar un show paralelo al de Michael. Enseguida se llenó la zona VIP, con sus señoras y señoritas envueltas en vestidos imposibles y sus señores de vuelta de todo. Los camareros iban y venían con bebidas, rodaballos y besugos mientras Paul Maxwel interpretaba “Great balls of fire” del gran Jerry Lee encima de su piano de cola blanco.
Detrás estaban los que decidieron no abonar la entrada VIP, que, resignados, miraban de reojo a los besugos que llevaban los camareros en sus bandejas plateadas mientras mantenían esa pose de jet set como si nada.


Empezado el concierto comenzó el show, una señora de la primera fila tuvo a bien pretender entregarle a Michael una bandera de Finlandia y, ni corta ni perezosa, se levantó y se acercó al borde del escenario. Por su parte el personal de seguridad intentaba educadamente que desistiera de su empeño. Igualito que en los conciertos de Rock.
La siguiente en aparecer fue otra señora que, ebria de emoción y supongo que de algo más, no pudo frenar los instintos que nuestro cantante favorito le despertaba y decidió ponerse a bailar y a lanzar besos a Michael desde el borde del escenario. La tensión siguió en aumento cuando otra señora, de estilizada figura y ropajes que dejaban ver más de lo que uno desearía, decidió acompañar a nuestra encantadora fan poniéndose a bailar con ella. Los de seguridad como si nada y no quiero pensar que pasaría por la cabeza de Bolton en esos momentos. Nuestras amables señoras de la noche marbellí continuaron deleitándonos con sus movimientos hasta que la primera no pudo más y, víctima de su emoción y su algo más, cayó al suelo propinándose un severo espaldarazo. Entonces entraron en acción los de seguridad para socorrer a nuestra querida fan y llevarla a la asistencia sanitaria pertinente.
Hubo más momentos delirantes, como aquel caballero de la primera fila en chanclas que estimó oportuno enseñarnos las plantas de sus pies o cómo hacía el clavo encima de la silla. El propio Bolton debería estar alucinando, o no.

Que cada uno saque sus propias conclusiones. Mientras en los conciertos de Rock tratan al público como ganado, los tickets Vip en Marbella practicamente le permiten al espectador ofrecer un repertorio de actitudes delirantes que tiene que contemplar hasta el propio artista.
En fin. Nos quedaremos con la música, que es lo importante. Y para muestra la deliciosa versión que Michael Bolton hizo de esa gran canción llamada "Georgia on my mind".





  

miércoles, 7 de agosto de 2013

Entrevista a Leonor Marchesi: Púrpura, Santa, Onliryca...

El grupo Onliryca está de plena actualidad con la publicación de su nuevo album "Reloj de arena". Con su cantante Leonor Marchesi tuve el placer de llevar a cabo una entrevista que se convirtió en una agradable y amena charla con una persona que tiene muchas cosas interesantes que contar, algo que hoy en día no abunda mucho. Cantante solista y de bandas como Púrpura, Santa y los actuales Onliryca. Mujer y artista hecha a sí misma. Una gran voz que no deberíais dejar de escuchar en directo si pasa por vuestra ciudad.

Esta entrevista se realizó antes de la publicación del disco de Onliryca, pero no he querido cambiar ni adaptar nada porque me parece esencial en su totalidad. Queda pendiente entrevistar a la banda con motivo del nuevo album "Reloj de arena"...


ENTREVISTA A LEONOR MARCHESI.



 - Cual es tu primer recuerdo musical. En que momento descubriste que podías cantar y te interesó hacerlo.

A los 18 años. A los 16 ya empezaba a componer blues. De pequeña cantaba mucho folclore, en las reuniones familiares cantaba música típica argentina. Pero sí, a los 16 años hice mis primeras canciones, que se incluían en una temática más rockera. Algunas de ellas acabaron grabadas en el grupo Púrpura, uno de los más conocidos de Argentina con chicas al frente. Y a los 18, en lugar de un bolso, me regalaron un micrófono y una rever. Ahí empezó toda la historia.
En esos primeros momentos tuve la posibilidad de contactar con músicos de la zona oeste de Buenos Aires, que acabaron formando parte de un grupo de rock sinfónico llamado Nexus. Con ellos empecé. Continué posteriormente con otras formaciones como Marchesi y Blues Cinco. La cosa fue creciendo, seguí componiendo hasta que encontré a los chicos con los que formamos Púrpura. Gracias al manager Enrique García Moreno tuvimos una gran repercusión y nos permitió darnos a conocer a  nivel masivo.

 - Que tipo de música te ha marcado, ha tenido una impronta en tu descubrimiento e interés por la música.

En mi casa se escuchaba música clásica, jazz. Mi madre era fan de la ópera, con ella acudía al Teatro Colón de Buenos Aires. Ella tenía discos de Lily Pons cantante de lírica soprano, de la que me quedé enganchada. También gracias a mi padre descubrí el tango o los pasodobles. En estos primeros momentos todo esto me fascinaba.
De adolescente empecé con el rock, los primeros grupos fueron los Beatles y los Rolling, Janis Joplin, Joni Michel, o la facilidad de Ella Fizcherald para jugar con su voz  e imitar instrumentos. Después me fijé en Led Zep, Focus, Pink Floyd, Premiatta, Yes, Génesis. Posteriormente llegaron Metállica, AC DC, U2, Gun… Como vocalistas femeninas me llaman la atención Lauire Anderson y Tori Amos. También me gusta Lorenna McKennitt y Tina Turner.
A su vez me impactó la vertiente gótica. Con Púrpura y Santa ya hicimos algunos acercamientos dentro de esta temática. Aunque al final me acabé dedicando al rock.
                                                                   

- Sabia elección. Considero que tienes una gran voz, con la que puedes tocar muchos palos musicales. De hecho en tus discos hay una gran variedad musical. Cerramos el apartado de las influencias. ¿Qué tipo de música escuchas actualmente?

Ahora escuchamos mucho Paramore, Breaking Benjamín. Desde siempre Foo Fighters, Pearl Jam, Epica, Barón Rojo, Sober, Santelmo, Muse, Spinetta o Soda Stereo. Sonidos modernos y actuales, un abanico muy amplio. No me encierro en un estilo, escucho todo tipo de música y la que me resulta buena me conmueve, desde el tango al flamenco, desde el blues hasta el rock (incluso el más duro). Estaríamos un día entero hablando de músicas y no acabaríamos. Lo importante es que la música, sea del estilo que sea, me emocione y mientras esto pase seguiré viva.

 - Estoy de acuerdo contigo la música es música y si lo que entra por la oreja es bueno pues es que es bueno. Me gustaría que habláramos de Púrpura. ¿Cómo se formó?

Yo tenía esas canciones desde los 16, 18 años (“Luz del Mediodía”). Contactamos a través de amigos y acabamos quedando en mi casa, donde había una sala de ensayo. Recuerdo que ellos vinieron con una actitud en plan “a ver que pasa con esta niña”. Yo empecé a cantar “Luz del Mediodía” y ellos realmente se conmovieron, les gustó mucho. Así decidimos empezar a ensayar, preparar material, ponerle nombre al grupo, contactar con el manager. Al poco ya estábamos grabando para el sello Vértigo – Universal.
Tuvimos una presentación masiva en el estadio Obras Sanitarias de Buenos Aires. También tocamos en el Festival de Barock, donde nos seleccionaron como grupo revelación. Giras…
                                                                    

 - Nosotros somos un club de fans de Deep Purple. La pregunta es obvia. ¿Tiene algo que ver Deep Purple con el nombre de Púrpura?

Osvaldo Greco (guitarra de Púrpura) y nosotros éramos  un fans de Deep Purple. Pero también el púrpura es un color, místico e inusual que nos identificó a todos. Además, hacíamos algunas versiones de Purple en aquella época, siempre de manera muy puntual.

 - Interesante. ¿Te acuerdas de que canciones eran?

 Eran adaptaciones instrumentales que hacíamos cuando en algún concierto determinado nos encontrábamos con algo de tiempo extra. Yo seguía la canción improvisando con la voz como un instrumento más.

 - Bueno, lo cierto es que R.Blackmore  es muy famoso en Sudamérica (en realidad en todo el mundo). Rata Blanca, sin ir más lejos, son fans declarados de la música Purple.

Si, es verdad.

 - ¿Hasta donde queríais llegar con Púrpura?

Nunca tuvimos pretensiones con Púrpura. Se trataba de tocar y ver qué pasaba. Publicamos dos discos, Púrpura I y Púrpura II. Se hizo un  video de “Camino a la Capital”, dirigido por Daniel García Moreno, rompía un poco el esquema de los clips de entonces, se usaban máscaras que creaban una sensación visual moderna y atractiva.
Tocamos mucho en directo por Argentina, a beneficio de los damnificados de la guerra de las Malvinas, y en otros eventos y festivales.
                                                           

 - ¿Llegasteis a tener una solvencia económica gracias a la música?

Sí,  vivíamos de la música.

 - Y que pasó para que se disolviera la banda.

Tuvimos un trabajo muy intenso para chicos tan jóvenes como éramos, no supimos capitalizar el éxito y nos estresamos, nos cansamos. Era una cuestión de gestión interna de tiempos, no supimos hacerlo con madurez. El agotamiento, el deseo de experimentar con otras músicas nos llevó a hacer un parón en la banda para relajarnos y descansar, así que eso hicimos. Pero en ese receso me llamaron de España para trabajar en Santa.

 - Me gustaría que nos hablaras de un proyecto que vino después, del que no tengo casi datos: Noche de Brujas. Hay una frase en Templario de Santa en la que citas este nombre que, por otro lado, es muy visual, impactante. Que nos puedes contar de esto.

Esto ocurrió después de Púrpura. Nos juntamos con Marcelo Leonardo (batería de Púrpura) y otros músicos argentinos. Empecé a hacer canciones para este proyecto pensando en lo teatral, queríamos hacer lo que serían los primeros pasos de un escenario gótico para los años 80, con telarañas, faroles, velas, cosas que se arrastrarían sobre el suelo, como zombies o algo así. Queríamos hacer algo misterioso, inquietante y místico, con letras románticas. El caso es que esta idea no llegó a resolverse, se hizo años después pero con otros artistas europeos.
                                                                                           

 - Llegasteis a grabar algo. Demos…

Hay algunas demos grabadas. Unir el teatro y la música es algo que está siempre en mi mente, cuadros que ilustren la música. Teatro y música al unísono.

- ¿Por qué se acabó Noche de Brujas?

Porque me llamaron de Madrid para formar parte de Santa. A través de los managers y músicos amigos que habían viajado a Madrid me ofrecieron el puesto. El disco de Santa estuvo viajando de Madrid a Buenos Aires. Escuché sus discos y me parecieron muy interesantes, muy poderosos a nivel instrumental.
Me interesó experimentar, encontrar una nueva cultura. Además parte de mi familia estaba en Granada y eso tiraba también de mi corazón.
El caso es que me fui a Madrid. El manager de Santa, Jesús Caja lo preparó todo, contratos, avión… y llegué a Madrid como una “estrella del RnR”, bajé del avión con mi guitarra y un sombrero de Gardel. En el aeropuerto esperaban los músicos de Santa junto con mi madre y mi hermana.
                                                                          
 - En esos años Santa era como “la banda de rock duro español con chica al frente”. Te encuentras en Madrid por primera vez. ¿Qué pasa por tu cabeza en esos momentos?

Absolutamente de todo. Una gran confusión. Llegué con el deseo de experimentar, de crecer. Sin ningún aire de superstar, porque nunca los he tenido ni los tendré, con mucho entusiasmo y corazón.
Empezamos a ensayar. Los chicos del grupo me ayudaron mucho en esos primeros momentos de adaptación, de superación del desarraigo cultural. Y es que aunque hablemos el mismo idioma lo cierto es que nuestras culturas son muy diferentes y es necesaria una adaptación mutua. Recuerdo que estaba preparando una entrevista con el Pirata. Antes de ir al reportaje estuve componiendo una canción, que presenté en la propia entrevista. El caso es que me regalaron una grabadora donde escuchaba canciones, cosas, me iba fijando en la pronunciación y demás, y lo cierto es que al principio no entendía nada el idioma. Hay diferencias de pronunciación e inflexión.
Los músicos nos hicimos muy amigos, me presentaron a sus familias, me llevaron a conocer los lugares… fueron un gran apoyo en esos momentos.
                                                                

  - ¿El disco de Santa ya estaba compuesto? ¿Colaboraste en la composición?

Se fue haciendo a la vez. Había temas que ya estaban pautados, otros se iban haciendo en los ensayos, charlando. Miguel Ángel (Collado, teclista) y yo exponíamos ideas. Compuse algunas melodías y letras de canciones como “Morgana”, “Ven hasta mí”, o “Detrás de tus pecados”. Jero pautaba los otros temas con una claridad de rol compositivo adaptado al nuevo timbre vocal.
                                                                                    
  - ¿Cómo te resultó asumir que eras la nueva cantante del grupo?

En su momento me pareció una aventura. Yo venía de un grupo muy contundente en Buenos Aires, en directo éramos muy potentes. Así que nada me asustaba, sentía que todo lo podía hacer. Era joven pero ya tenía una importante experiencia acumulada, estaba muy tranquila y segura de  mi misma. La gente que busca siempre las comparaciones no crea un propio criterio personal.
Su anterior cantante era poderosa y con personalidad, por lo que para mí era como un desafío, y a los desafíos siempre me apunto.

  - Desde luego la sensación que transmitías era de mucha seguridad. En el disco suenas con una voz muy poderosa. Estoy de acuerdo con lo que dices de las comparaciones, no obstante, me parece que un artista crea algo propio pero bebe de distintas fuentes de inspiración. ¿Crees que para Santa o para Jero eran Rainbow, en esos momentos, una fuente de inspiración?

Así como en Púrpura teníamos presente las músicas de grupos como Deep Purple, y nos inspiraba su energía, sonora y envolvente. En aquellos tiempos en Santa también escuchábamos esa música que nos contagiaba su energía. Con Miguel Ángel y Jero escuchábamos en el autobús al salir de los ensayos mucha música de esos años que sigue vigente hoy día. Tú pones un disco y “te parte la cabeza”, como decimos nosotros, te llega al corazón. Fueron los grandes, los que marcaron los pasos para otros muchos.
La música o cualquier forma de arte siempre han sido para los artistas fuente de inspiración. Son los sonidos que luego serán subliminales a la hora de componer y se transformarán en conscientes donde, claro está, interviene el aspecto personal psicológico, produciéndose un desvío que lo hace personal y único.

  - En esos años eras la primera vocalista femenina en las votaciones de publicaciones musicales. Se notaba que podías y disfrutabas con ese reto. ¿Cómo fue la experiencia de los conciertos en directo con la banda? ¿Qué tipo de repertorio hacíais en los directos?

Mucha energía y mucho compañerismo. Siempre he sido una cantante que he valorado a todos los que han trabajado a mi lado como personas. Bailaba mucho con ellos en el escenario. Estábamos muy unidos, era muy divertido el directo. Había una complicidad en el escenario. Con Diego Jiménez (bajista), con Jero, que éramos los que nos podíamos mover en escena. Era como un juego de niños, con una música muy fuerte e intensa. Con matices vocales tirando al lírico, rock contundente con grandes letras y melodías. Para mí fue un honor participar y aportar de todo esto.
Siempre tocábamos material de Santa, de los primeros discos, sus grandes éxitos junto con el material de Templario. Canciones como  “Reencarnación”….
Tuve muy buenas experiencias en los conciertos. Los chicos gritaban “Leonor, la madre que te parió”, y yo me extrañaba hasta que me decían que no era una ofensa sino un grito de apoyo.
                                                                                           

  - Erais un grupo con músicos muy técnicos con sus instrumentos. La mezcla entre Miguel Ángel, Jero y tú me parece virtuosa. Creo que Santa mereció mejor suerte.

Había mucho talento. Lo he comentado con mucha gente y piensan que Templario es un disco muy valorado dentro del rock español.

  - ¿Qué nos puedes contar de la producción del disco?

Se hizo en los Mediterraneo Studios de Ibiza. Fue todo perfecto y súper organizado. Lo hicimos en el tiempo que tuvimos, día y noche. Vivimos en los estudios durante más de dos semanas. Incluso ese año pasó el cometa Halley por allí, le saludamos y nos dio un poco de espectro estelar. Siempre hubo mucha diversión de por medio, mucho diálogo, entendimiento y profesionalidad a la hora de grabar y tocar.
La grabación fue óptima, con Dennis Herman a la producción, marcando muy bien los tiempos. Compartimos momentos muy intensos, mucha furgoneta, giras y conciertos. Compartimos cartel con grupos como Barón Rojo, Obús o Ángeles del Infierno. Programas de televisión, videos…hasta un lanzamiento desde un avión.
El trabajo de estudio fue bueno aunque luego los directos son otra cosa, por eso se llaman así, son de corazón a corazón.

  - ¿Eres más una artista de directo que de estudio?

 Me gustan los dos mundos, los disfruto. Digamos que en estudio la parte actoral funciona muy bien, porque interpretas las canciones. Sabes que lo visual es el 95% de la comunicación, entendiendo visual como gestual e interpretativo, nada de belleza estereotipada y frívola. Defiendo la imagen de la mujer sujeto, no objeto. Y yo, como mujer sujeto y sin pretender jamás ser considerada como objeto, me intento mover en este entorno musical usando lo gestual con elegancia en los directos. Con profunda feminidad, con una seducción sana en el escenario, mostrando la belleza a través del sonido vocal, reivindicando lo que entiendo que es el papel de la mujer en el rock, esa fue siempre mi bandera. No importa lo físico, sino lo que trasciende y llega al otro. Nunca he buscado ser… algo así como mujeres cantantes que imitan a los cantantes chicos.

  - Es verdad, en el mundo del rock duro desgraciadamente la puesta en escena de los cantantes deja bastante que desear. En otro número momento, recordando la triste pérdida de Dio, comentaba que para mí siempre fue un gran actor e intérprete, algo raro dentro de la escena del rock duro, donde hay una especie de prototipo de interpretación de los cantantes, igual y aburrida, recurriendo a los mismos tristes y aburridos clichés.

Exacto, es importante acompañar la interpretación con otros elementos. Lo que pasa es que esos elementos suelen estar fuera de contexto, porque estás pensado un paso más allá de lo que estás viviendo, tanto en lo musical como en la puesta en escena. Te van a mirar como de reojo, en plan ¿qué está pasando aquí?, y eso produce cierta inquietud en algunos y hasta rechazo en otros, porque no comprenden que se puede hacer algo distinto en el mundo del espectáculo.
En la vida hay que tener el valor de dar pasos, aportar a la comunidad para que seamos creativos. Estoy en contra del feminismo absurdo, mujer y hombre deben trabajar y avanzar en conjunto. Cualquier sexismo absurdo cierra puertas en lugar de abrirlas.
                                                                                                     

  - Quiero preguntarte por una canción de Templario, que es “Un Minuto Más”. Es una canción lenta y bonita a la que pienso que no se le hizo justicia. En otro momento, con otro tipo de promoción, esa canción hubiera sido un hit single.

Es una canción elegante. El disco en sí es muy elegante, y muy poderoso. Como te dije, todos en Santa éramos amigos, conocíamos nuestras historias y eso nos inspiraba. “Un Minuto Más” es como contar una parte de mi vida. Estoy de acuerdo en el potencial de la canción. Es más, creo incluso que en ese tiempo en Argentina hubiese triunfado. Por entonces allí empezaba a triunfar Rata Blanca, y ellos hacían ese tipo de sonido.
Es una canción más intimista, cuenta una historia. Habla de sentimientos, despedidas, encuentros. Muy profunda. Letra y música se compenetran, es una historia triste e intensa.

  - ¿Qué pasó con Santa?

Yo había cumplido un ciclo y sentía que debía regresar a mi país. Un grupo que está arrancando puede continuar si siente esas fuerzas  que te arraigan y te mantienen en la tierra. Yo en esos momentos no sentía esas fuerzas y necesitaba regresar, por cuestiones mías personales. Nos despedimos y cada uno siguió con su vida y sus cosas en la música. Fue una despedida muy emotiva, incomprensible para algunos y para otros, que estaban muy cerca de mí, bastante comprensible y real.

  - Mantuvisteis el contacto entre los miembros de Santa.

Estando en Buenos Aires me enteré del éxito de Jero con Saratoga. Perdí el contacto con Miguel Ángel. Con Bernardo nos hemos comunicado alguna vez, y con Diego perdí el contacto. Con quien más hablo y estamos más en contacto porque somos grandes amigos es con Jero.

  - Dentro de Templario me llaman especialmente la atención las composiciones que hiciste con Miguel Ángel. ¿Crees que hubo buena química? Os planteasteis colaborar juntos en algún otro proyecto.

Entre las diferentes químicas se crea una química vanguardista, y eso era lo que tenía Santa. Solo se imponían criterios que tuviesen un alto nivel de creatividad. A Miguel Ángel no lo he vuelto a ver. Antes de marcharme hicimos un par de canciones los dos, fuera del concepto de Santa, era otra cosa. Lo cierto es que estas dos canciones no llegamos ni a grabarlas, fue como una especie de prueba. Ya sabes, somos músicos y no podemos estarnos quietos.
                                                                                       

  - En España, en estos últimos años hay un revival de grupos de rock de los ochenta. Se ha planteado Santa la posibilidad de volver.

La verdad es que no. Con respecto al revival de los ochenta lo cierto es que es una moda que no me va mucho, ya vestí en su día de ese modo. Comprendo que las nuevas generaciones estén fascinadas con el revival. Me gusta pero como un componente nostálgico, los revival me gusta escucharlos, pero no volvería, no vuelvo atrás. Para colaborar o hacer un par de temas sería fantástico, pero solo eso.

  - Acabó Santa y empezó Encrucijada. Fue algo gradual. ¿Cómo sucedió?

Cuando Santa nos separamos en aquella cafetería fue por un tiempo, que resultaron ser años sin vernos. Me fui a Buenos Aires, seguí en contacto con la música, con amigos músicos que actuaban conmigo. Fui nominada en Argentina a los premios Ace como mejor vocalista. Aunque luego volví a Madrid porque sentía la necesidad, uno se puede “perder” en Madrid. Me encanta Buenos Aires, Argentina es mi país, pero extraño Madrid… y cuando estoy en Madrid extraño Buenos Aires, ja, ja.
Regresé a Madrid con la propuesta del sello Gasa. Afortunadamente dispuse de tiempo para instalarme y componer las canciones para este proyecto de Encrucijada. Tuve la fortuna de compartir el talento de grandes músicos incluso en la autoría de algunos temas, con Dennis Herman o David Bilton (guitarra de Roxy Music). Grabamos muy tranquilamente y fue muy productivo.
                                                                                      

  - En el disco nos encontramos un cambio musical. Más personal. ¿Era eso lo que realmente te apetecía hacer?

Si, siempre he hecho lo que de verdad quería hacer en cada momento, más allá del mayor o menor éxito que haya podido conseguir. Solo se vive una vez en la vida, y si uno no hace lo que siente de corazón ¿para que sirve?, no existes. Nunca he especulado, creo que podría haber sido más famosa de lo que soy pero nunca he podido manejar mis negocios, no me ha interesado, ja, ja. Solo he tenido dos managers en mi vida, lo demás ha sido a través de contactos. Esa persona que te ata a la tierra y te aconseja es la que te ayuda a tener una continuidad en este negocio. Pues en mi caso no fue así. Yo siempre he tenido los pies en el suelo, pero las alas demasiado grandes.
Lo ideal es encontrar a esa guía espiritual, esa persona creativa, que entiende tu arte pero que piensa además en el negocio musical. Es lícito querer vivir de lo que más te gusta hacer….y yo he podido lograrlo, con mucho esfuerzo, trabajo y gran ilusión

  - La canción “Sucedió” apareció en un recopilatorio llamado Stop The Army, editado en Suiza a favor del desarme.

 Sí, imagínate. Yo estaba en un garaje, en la casa de unos amigos músicos, donde ensayábamos. En medio de un maravilloso paisaje de sierra ibicenca, componiendo. Es un tema contra la represión militar argentina de los años 70 y principios de los 80. A los productores les pareció genial la temática. Este compilado se editó en Suiza, con músicos como Phil Manzanera, Nina Hagen, El Último De La Fila.

  - ¿Qué efecto pudo tener la inclusión de este tema en el recopilatorio como promoción para  Encrucijada como álbum?

Tuvo mucha repercusión en Suiza, una cierta repercusión en otros países de centro Europa. A todo esto yo me vuelvo a ir, estoy en Argentina mientras esto ocurre, con lo que sigo sin enterarme nuevamente. El productor del disco me informó más adelante que se había hecho un gran festival para presentar este disco, con algunas de las bandas que participaron. Esto ocurrió en los primeros 90, yo me encontraba en Argentina, presentando Encrucijada a los medios de comunicación.

  - Otra canción es “El Tamborilero”, que es un villancico.

Esta canción no se editó, no apareció en el Cd. Susie Quatro había hecho una muy linda versión del tamborilero. Me impactó esta versión y por eso me decidí a hacerla, preparamos unos arreglos con Dennis y Herman para esta canción. A mí me gustaba mucho más la versión de Susie que el original. Era una música distinta que a mi entender estaba fuera del contexto que representaba Encrucijada, por eso la dejamos fuera.

  - ¿Hubo presentación del disco? ¿Como llevasteis Encrucijada al público?

Se presentó en el Festival Iberoamericano de Rock, en Huelva. Con grandes músicos como Luís Cruz, Juan Revilla (que ahora está en nuestro nuevo proyecto Onliryca), o José Casado a la guitarra.

  - ¿Encrucijada era una banda o el proyecto de Leonor Marchesi?

Era más un proyecto personal mío, que me hizo regresar a Argentina, pues fue editado por DG discos, y por el cual fui nominada por los premio ACE de la música (asociación Critica y Espectáculos). Con  Rosas de Metal  regresé a Madrid y contacté nuevamente con Juan (Revilla) para componer nuevas canciones.
Entonces fuimos a los estudios Monte Príncipe de Madrid y registramos el nuevo disco, Rosas De Metal, con Juan  en la guitarra, los arreglos y compartiendo composición. El propio Juan fue también nuestro director musical. Tocaron además músicos como Lichis (La Cabra Mecánica) o Juan Carlos Arellano a la batería. Rosas De Metal se editó en Polygram INTERDIS.
                                                                                            

  - ¿Hay una evolución de Encrucijada a Rosas De Metal?

Uno siempre va avanzando, sobre todo en el crecimiento de cómo sentimos la vida, eso se plasma en el sonido. Con esencias rock sin embargo el sonido difiere en función de la experiencia vital. Es como una huella que te marca el camino del crecimiento como ser humano, y eso trasciende en el arte. Hay una especie de equilibrio. Rosas es una entidad sonora. Los arreglos de Juan le dan un toque de personalidad magnífico.
Rosas De Metal se presentó en el Teatro Ateneo de Buenos Aires. Repasamos Púrpura (en Argentina se considera algo así como música de culto). Por cierto, me enteré de la muerte de Azucena estando en Buenos Aires, y sentí mucha pena por ella. Cuando una artista se muere se pierde el equilibrio de la naturaleza. Con la guía adecuada podría haber seguido avanzando como artista. Supe que le habían hecho un homenaje y, bueno, tengo sentimientos contrapuestos. No estoy de acuerdo, en general, con los homenajes que se les hacen a los artistas cuando ya no están para disfrutarlos. Debería ser un festejo para celebrar con alguien que está vivo y entre nosotros, ahí sí. Cuando ya no están debemos dejar que descansen y huir de toda especulación. Lo ideal son los homenajes en vida.
No podemos vivir del pasado, igual que los premios. En el fondo no significan nada. En el fondo lo que nos queda es el trabajo intenso en cada instante vital de tu existencia. Uno es todo lo que será en cada instante, como decía Oscar Wilde.

  - ¿Qué nos puedes decir de tus letras? Si me permites las veo como autobiográficas.

Lo son, Los artistas volcamos en nuestro arte parte de nuestro espíritu y nuestro corazón. Hay temas como “Flores Negras”, que está entre la vida y la muerte, fue una época muy difícil a nivel humano y espiritual, con mucha confusión. Yo creo que el amor mueve montañas, pero en esa época el amor no movía nada. Estaba en una especie de vacío, pude salir, pero lo hice a través de la música, así que “Flores Negras” son hoy flores blancas. Fue como un momento oscuro en mi vida. Y yo volqué ese desencanto en mi arte, algo así como hizo el escritor Rimbaud, con ese toque de desasosiego.

  - Hay un verso en la canción “Lisboa” que dice “huellas, todos tenemos alguna señal”.

Cierto, todos tenemos esas experiencias que nos marcan, nos dejan huellas. Y los artistas tenemos la capacidad de transformar esas huellas, el veneno en medicina. Esta canción es una experiencia personal, literalmente me perdí en Lisboa.
Para mí las letras son una parte importante en la canción. El sentido y la melodía. Es una poderosa arma de comunicación el micrófono. Con Juan Revilla compatibilizamos en llevar emociones hacia el exterior en formato sonido, expresión sensible.

  - ¿Hay otras formas de arte que te llamen la atención?

El arte en general me atrae. La pintura o el teatro. Tengo muchos amigos pintores. Toda manifestación artística que me conmueva y me inspire me interesa. Una buena película o un buen libro, cualquier manifestación enriquece tu cuerpo y espíritu. La lectura sirve además de inspiración a la hora de componer letras. Patty Smyth va a todos los lados con su libro para citar y apuntar ideas.

  - Cuéntanos que pasó después de Rosas De Metal.

Se editó en Argentina. Estuve bastante tiempo allí de promoción. El disco se presentó en el Teatro Ateneo de Buenos Aires, me  acompañaron Carlos Lucena a la guitarra, Roxana Truccolo al teclado y voces, Pablo Maturana a la batería, Daniel Leonetti al bajo, y con Marcelo Montesano como teclista invitado.
Luego regresé a Madrid para trabajar con Juan en un proyecto independiente que acabó siendo Onliryca, que es una propuesta basada en sonidos étnicos, con tintes góticos y una base de rock contundente. También lo alterné con estudios de Musicoterapia.
                                                                               

  - Háblanos de la Musicoterapia. Creo que estás escribiendo un libro sobre el tema.

Bueno, cursé estudios de Musicoterapia y voz. Esto fue en Argentina y empecé a escribir este libro, que tiene un enfoque más interior, ahonda en el estudio de la voz humana, de la metafísica y la metamúsica. El caso es que estoy escribiendo los últimos capítulos, pero me está costando mucho acabarlo porque no quiero desprenderme de él, es como una parte muy importante de mi vida. Pero tengo el propósito de acabarlo este año. Estoy en contacto con algunos editores y me gustaría publicarlo en España y Argentina.

  - Espero entonces que nos mantengas informados. No se si conoces un libro de Luís Blanco que se llama ¿Llegaré A Esa Nota? Es muy apreciado en nuestro club de fans y ahonda en las técnicas vocales a través de entrevistas con cantantes.

Me interesa…y me interiorizaré.
                                                           
  - Ahora cuéntanos un poco como va vuestro nuevo grupo, Onliryca.

La semilla Onliryca toma forma en Buenos Aires pero nace y crece en Madrid, con Juan Revilla compartiendo composición y ocupándose de arreglos, sintetizadores,  programación, guitarra…los músicos que actualmente lo componen, son Gustavo Segura a la batería (Barilari…), Cecilio Sánchez en la guitarra (Ankhara), Daniel Melián al bajo (Ebony Ark), y Diego a los teclados. Se grabó en los estudios New Life de Madrid. A su vez presentamos algunas canciones en la sala  La Riviera, como invitados en el festival Bicentenario Rock.
                                               
  - ¿En que momento del proceso de grabación está el disco Reloj de Arena?

Ahora mismo está en proceso de masterización. Pensamos sacarlo pronto con un sello independiente. Juan tiene la intención de viajar a Argentina, para negociar la edición del disco allí. También tenemos pensado hacer una gira por Buenos Aires. Previamente a esto, cuando ya esté todo cerrado y preparado, tenemos pensado presentarlo en Madrid y actuar en festivales.

  - Espero que nos tengáis informados de vuestros pasos. Hace tiempo actuasteis en Alcorcón. ¿Qué nos puedes contar de esa actuación?

Vinieron a vernos muchos amigos nuestros, Jero y su banda (Santelmo) asistieron. También gente de prensa y amigos que hacía tiempo no veíamos.  Lo recuerdo como un concierto intenso. CON MUCHAS EMOCIONES.

  - ¿Porqué el nombre de Onliryca?

Porque representa todos los elementos que nos gustan. “On” significa encender, se enciende la llama de la música, de la lírica como texto creativo, la letra, el mensaje literario a través de la música. La letra y la música son igual de importantes, son dos fuerzas poderosas de comunicación. Más todo lo teatral que se pueda hacer sobre el escenario,  Todo con elegancia  y mucha energía rock
Se trata de enviar un mensaje sincero. Onliryca está involucrada con el mundo en que vivimos. “Reloj de Arena” habla de los problemas bélicos de Oriente Medio. Otro tema, “Para El Alma”  cita a grandes poetas hispano hablantes como Borges, Neruda o Machado. Otro es una versión a Juana Azurduy, representativo de la valentía de una mujer que luchó contra los invasores en la época de la colonia, es un tema de Ariel Ramírez, gran músico, pianista Argentino. Hemos buscado un sonido étnico, rock, gótico, contundente y muy vital. También hay una versión de un tema de Rosas de Metal, “Voces Místicas” (de Juan Revilla) que habla de los indígenas de todo el mundo, danzando en la noche y defendiendo su tierra y su cultura.

  - ¿Cómo os gustaría presentar en directo vuestra propuesta?

Vamos a hacer la presentación en Madrid cuando cerremos la masterización. Nos gustaría presentarlo en festivales de verano, a su vez queremos buscar lugares más íntimos, también presentarlo de manera conjunta con otros grupos.
Dado que es una propuesta nueva, por un lado tenemos que intentar fidelizar a la gente y, por otro, mostrar un proyecto nuevo en sonido dentro del rock. Es un nuevo reto.

  - Para terminar. Qué nos puedes contar de la página web.

Va a salir el Myspace. En estos días empezará a funcionar una web. El nombre es Onliryca, y la página se está perfilando desde Australia, de la mano de Ricardo Salienski, diseñador gráfico y buen amigo nuestro. 
La página oficial es Onliryca – Oficial Facebook.

                                  
  - Me gustaría preguntarte tu opinión sobre algunos cantantes, muchos de la saga Purple. Se trata de que nos des un breve flash sobre ellos:

 - Ronnie Dio: Un referente para lo que vino después.

 - Ian Gillan: Su timbre es más agudo, estridente y hacia arriba. Otro gran referente que lo es y lo seguirá siendo.

 - Lorena McKennitt: Con voz de mezzo soprano, con una frecuencia de sentimiento muy profundo. Más allá de su técnica vocal es una mujer que transmite, que es de lo que se trata en el fondo.

 - Glenn Hughes: Otro referente, un hito. Dentro de los timbres rotos y agudos, su voz tiene además mucho cuerpo y potencia. Marca un estilo.

 - Paul Rodgers: Estilo más íntimo. Maneja muy bien los graves,  Es un ejemplo de transmisión de personalidad a través de una buena voz.

 - James Brown: Las notas graves, oscuras, de los cantantes de color son su parte visceral y envuelven. Las notas agudas hay que pensarlas más y llegan a las emociones subjetivas, las graves llegan a nuestra parte primitiva, visceral.

De estos temas y muchos más hablo en las clases de canto que imparto a mis alumnos de Sonora, Majadahonda. Una experiencia  muy enriquecedora a nivel personal.

  - Gracias Leonor, ha sido un absoluto placer. Si hay algo más que quieras comentar para acabar.

El placer ha sido mío, me siento muy feliz de haber podido participar de este encuentro con vosotros. Que la ilusión nunca os abandone, hemos venido a esta vida para ser felices. Hay que realimentarse de las cosas positivas, que ya hay bastante negativo en el mundo. Hay que transformar el veneno en medicina y creer en lo que uno hace. Onliryca enciende su luz porque la quiere compartir con todos vosotros.
                                            


N de R: Para los que estéis interesados, Leonor imparte clases de canto en los locales Sonora de Majadahonda (Madrid). Para más información: 

                                              Info@sonoramajadahonda.com