Clube de Adictos a Deep Purple

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Púrpura Chess

This blog is basically a musical site. Here we talk about the music we like, using different angles. As dear and missed Jon Lord once said: “Music is the highest kind of Art that exists”. I think the same way too.

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viernes, 14 de abril de 2023

Scorpions: "Eye to eye".

Esta delicada canción apareció en el disco maldito de Scorpions titulado "Eye II Eye", casi igual que el tema que ahora nos ocupa. Una composición cuya música pertenece a Rudolph Schenker mientras que la letra y melodía llevan el sello del talento de Klaus Meine. Se trata de una sencilla y preciosista canción que te llena de paz y sosiego en cuanto te sumerges en ella. Una de tantas joyas que esta pareja compositiva nos ha legado y que nos hacen la vida un poquito más llevadera a algunos de nosotros.

La canción está dedicada a la memoria de Hugo Meine y Heinrich Schenker, respectivos padres de Klaus Meine y Rudolph Schenker. Uniéndonos a ellos y a su música imperecedera, también la queremos compartir con todos los padres que nos han dejado. Descansen en Paz.

 


 

A life begins, another's over

As another day begins

Life runs full circle getting older

It's happens to me

It's happens to you

I do believe you're still around me

You're still around me all the time

I have no doubt one day in heaven

I will see you again

 

Break the bread drink the wine

In my heart you'll live forever 

The time to go is never right

When we say goodbye

While we're here we shouldn't waste

A day in life to say I love you

It's now That I'd just wish so much, to see you

Eye to eye.





miércoles, 17 de noviembre de 2021

Scorpions: "Peacemaker", primer single de su próximo disco "Rock Believer"

Los imprescindibles Scorpions vuelven de nuevo a la acción publicando hace apenas unos días su nuevo single titulado "Peacemaker". Es el adelanto de lo que será su próximo disco de estudio, que bajo el más que adecuado nombre de "Rock Believer" está previsto que se publique el próximo 25 de Febrero de 2022. La canción viene acompañada de un vídeo clip la mar de resultón en el que se muestra al propio grupo interpretando el tema en vivo con el fondo de la noche de una gran ciudad llena de flashes y colorido, una de las señas de identidad del mítico grupo alemán que comandan Rudolf Schenker y Klaus Meine. Si obviamos la balada "Sign of hope", que publicaron el pasado año en plena pandemia, esta es la primera grabación original y nuevo disco de estudio que nos regalan los teutones desde que publicaron el estupendo "Return To Forever" en 2015; siete años es mucho tiempo y todos los seguidores llevábamos esperando nueva música de nuestro grupo preferido bastante tiempo. Como curiosidad podemos decir que las letras y melodías están compuestas por Klaus Meine mientras que la música es de Rudolf Schenker y Pawel Maciwoda, siendo ésta una de las primeras participaciones en la composición del actual bajista de Scorpions. También comentan que este disco está compuesto en su totalidad por los miembros del grupo, sin compositores externos. Sin problema, nos llevan demostrando durante muchos años que tienen el talento suficiente para componer grandes canciones.

Que por aquí Scorpions constituye una debilidad es algo tan nítido y cristalino como que la noche es noche y la luna es luna. La música del combo Schenker & Meine forma parte privilegiada de nuestra cabecera y es tontería negarlo. Llevan muchos años llenando de grandes canciones, positividad y buen rollo las orejas y las almas de todos los que les escuchamos; no es broma, conozco a pocos grupos cuya música genere unas sensaciones tan positivas al escucharla... y que sea buena, claro. Incluso el mensaje de la letra del tema lo acaban de explicar en un vídeo que reproducimos al final del artículo. Básicamente Meine contrapone al pacificador -peacemaker- frente al enterrador -undertaker-. En un mundo actual lleno de peligros e incertidumbres, con Coronavirus, guerras y demás crímenes sin sentido, ellos apuestan por la necesaria figura del pacificador, para mediar en los conflictos e intentar convertir nuestro mundo en un lugar mejor.

En este nuevo single nos ofrecen lo que mejor saben hacer: Hard Rock melódico de muchos quilates. Comandados por Klaus Meine con esa voz que posee tan única y especial, nos dejan un tema con su sello característico. Ellos son de esas pocas bandas que en cuanto escuchas unos segundos de alguno de sus temas de inmediato caes en la cuenta de que son ellos. Y eso no es nada fácil de conseguir hoy en día. Me ha recordado mucho al estilo de aquel maravilloso "Unbreakable", sin duda una de sus mejores obras y tal vez no tan reconocidas como mereciera. La voz de Klaus sigue igual de inconfundible, tal vez algo más rasgada que de costumbre, lo que le aporta matices nuevos. Meine es uno de los pocos vocalistas que conserva un rango y timbre casi idéntico al de los años setenta. En directo practicamente no falla y lo digo con conocimiento de causa, ya que tengo en las estanterías de mi habitación cientos de grabaciones de conciertos suyos. Sigue siendo una delicia escuchar su nítida voz, mantenida de manera estupenda para alguien que este año cumplió los setenta y tres años. En fin, que la cuenta atrás hasta finales de Febrero será menos dura si tienes en el estéreo de tu equipo "Peacemaker".

 

                                                         "Peacemaker". Vídeo oficial.



                                  Klaus Meine explicando la letra de "Peacemaker". In english, of course.



martes, 31 de julio de 2018

Canciones y discos para el verano. MSG: “Written in the sand” / Scorpions: “Blackout”. 6


MSG: “Written in the sand”.

Volvemos a retomar el asunto de la canción del verano, pero sin ánimo alguno de buscar esos cutre-singles pegadizos y exasperantes con los que nos suelen bombardear los iluminados musicales cuyo interés por la cultura musical es nulo y que no tienen el menor reparo en revolcarse en la mierda más apestosa con tal de triunfar en las listas; esto va de otro palo. Parapetados en mitad del calor del momento vamos a recuperar un tema del siempre recomendable Michael Schenker. La canción en cuestión se titula “Written in the sand” y apareció en el disco del mismo título que el rubio guitarrista alemán publicó en el año 1996. Un disco completamente recomendable que significó la vuelta de su grupo MSG tras la disfuncional reunión de los UFO clásicos del año noventa y tres. 

                                      MSG 96: S, Gaalas, B. Sparks, M. Schenker y L. Sundin.

Este “Written in the sand” rezuma sol, calor y carretera mientras la infecciosa cadencia de la batería te atrapa sin remedio, se trata de un medio tiempo acompañado de una bonita melodía del cantante Leif Sundin y comandado por la intuitiva guitarra solista de Michael. En cuanto comienza a sonar te transporta a la carretera comarcal que elijas, dominada por el sol abrasador del mes de Julio a primera hora de la tarde y flanqueada por pasto seco a los lados que contemplas mientras suena en el estéreo de tu coche; algo así como la imagen de cualquier cruce de caminos que puedes otear a través del cristal de tu salpicadero. Lo cierto es que todo el disco cumple a la perfección con el motivo de este escrito, pero “Written in the sand” en particular es el ejemplo más claro. Incluso la portada está en total sintonía con este espíritu veraniego del que hablamos. El imponente logo de la MSG aparece en primer plano sobre el fondo rojizo de un desierto con sus cañones y cactus momentos antes del anochecer. ¿La mejor portada de la discografía del grupo de Michael Schenker?, probablemente.

                                                      MSG: "Written in the sand".


                                                     "Written In The Sand". Contraportada.


Scorpions: “Blackout”.

Palabras mayores. Estamos ante uno de los mejores y más representativos discos de la Historia de la Música, al menos para este humilde escriba. El álbum con el que el grupo alemán alcanzó el éxito masivo que se acabó de fraguar con el no menos importante “Love At first Sting” y que le siguió un par de años más tarde. Durante esos años, le pese a quién le pese, Scorpions eran los reyes del mercado musical, sus canciones estaban en las listas de éxitos y los discos de oro y platino llegaron para quedarse; eran otros años.


Aunque más allá de todo esto, lo importante es que “Blackout” es un álbum lleno de grandes canciones, uno de esos discos redondos que se suele decir dentro del mundillo musical. La declaración de principios del riff de inicio de la primera canción, titulada igual que el propio disco, ya deja bastante claro al oyente de qué va el asunto que tiene entre sus manos y oídos. La comunión perfecta entre las punzantes guitarras de Matthias Jabs, las melodías “marca de la casa” de Klaus Meine o la exquisita producción de Dieter Dierks daban como resultado unas composiciones del binomio Schenker/Meine que creaban tendencia y marcaban el camino a seguir para los grupos noveles. Todo es aprovechable de este disco, consiguieron colocar por primera vez una canción en las listas de éxitos de medio mundo. El single “No one like you” triunfó en las emisoras de radio estadounidenses durante esos años, incluso el cantante de Guns n’ Roses W Axl Rose comentó que decidió dedicarse a la música cuando un día que iba en coche se detuvo en un semáforo y la música que salía del resto de los vehículos que estaban parados a su lado pertenecía a Scorpions.

                                                 Scorpions: "No one like you". Vídeo oficial.

Este disco supuso además una prueba de fuego para el combo germano. El vocalista Klaus Meine perdió la voz durante las sesiones de composición del álbum y los médicos le diagnosticaron que debía dejar de cantar profesionalmente. Esto ocurrió durante la estancia del grupo en la mansión Villa San Pecaire de la Costa Azul francesa. Como curiosidad podemos decir que en la actualidad esta villa debe haber desaparecido o cambiado de nombre porque es prácticamente imposible encontrar ninguna referencia de su ubicación hoy en día; en estos días realizaremos una visita al país galo y una parada obligada va a ser dicha Costa Azul para ver si somos capaces de dar con la dichosa villa de marras.

                                                  Klaus y su máquina para la voz.

Volvamos al tema. Klaus sufrió dos operaciones de cuerdas vocales y un duro proceso de recuperación con técnicas alternativas de la mano de uno de los más prestigiosos especialistas médicos para cantantes. La mayoría de los grupos hubieran optado por el camino fácil: sustituir al vocalista y seguir con los planes de grabación del disco. Sin embargo en Scorpions las cosas siempre han funcionado de manera distinta. La unión Rudolf Schenker – Klaus Meine llevaba funcionando desde finales de los sesenta y, pese a que el propio Meine sugirió al grupo apartarse a un lado y que buscasen a otro vocalista, la determinación de Rudi siempre fue clara: iba a esperar a su cantante original. No todo está perdido dentro del mundo de la música. El destino cosechó de acuerdo a lo que sembraron y solo un año después el grupo alcanzaba el estrellato. El propio título del disco hace alusión a toda esta situación de apagón que le estalló al grupo en la cara. Imposible olvidar la traducción al español que acompañó a la publicación del álbum en el territorio nacional, debajo del título original en inglés aparecía la expresión “ceguera temporal” y que sirve como ejemplo ilustrativo de lo cutre y chapucero que era nuestro querido inglés patrio por entonces –las traducciones al español de títulos en inglés darían para otro artículo jugoso, habrá que retomar esta idea en otro momento–.

                                           Scorpions: Foto promocional "No one like you".

El álbum es una obra completa, te habla como un todo pese a estar formado por canciones que también funcionan de manera individual. Imposible sustraerse al dinamismo de temas como “Can’t live whitout you” y “Now” o al exquisito gusto de cosas como “You give me all I need”; precisamente las guías vocales de este tema las realizó Don Dokken, que gracias a sus conexiones con Dierks ayudó al grupo a preparar el material musical durante el impás del tratamiento vocal de Klaus. Además de “No one like you” o “Blackout” el disco contiene otro trallazo musical que responde al nombre de “Dynamite” y que, junto a las anteriores, ha ido acompañando al repertorio del directo del grupo desde que se publicó el disco hasta hoy.


El resto de canciones de esta obra de arte no baja el nivel. Tenemos un tema titulado “Arizona” que es otra preciosidad, sorprendentemente casi no han tocado esta canción en directo, solo en algunos shows ocasionales; como su propio título indica, evoca acertadamente el desierto del Colorado y te sitúa en coordenadas veraniegas. Como curiosidad podemos comentar que, aunque nunca salió como single, se llegó a rodar una especie de vídeo promocional. Años más tarde ha acabado saliendo a la luz; el resultado final es bastante vintage y de Serie B, por llamarlo de alguna manera, pero no deja de ser otra curiosidad más de estos encantadores alemanes dispuestos a triunfar en yanquilandia


                                                     Scorpions: "Arizona". Vídeo no publicado.

Tampoco nos podemos olvidar de la oscura “China White”, una canción densa y pesada, con toques épicos y de larga duración. Scorpions solían trabajar antes este tipo de temas, podemos encontrar otros ejemplos en su discografía  como “Animal magnetism”, “The sails of Charon” o “Money and fame”; desgraciadamente hace tiempo que no nos regalan un tema de corte similar, esperemos que retomen las viejas costumbres. Aún así, incluso la profundidad de “China White” consigue no desviarse de ese sentimiento total tan veraniego. El disco se cierra con la excepcional balada “When the smoke is going down”, un tema que en su día nunca tocaron en directo y que hace ya unos cuantos años decidieron con acierto recuperar para finalizar sus actuaciones en vivo. Esta canción en particular me tuvo obsesionado durante años y solo puedo decir que es el cierre perfecto para el álbum, como el último rayo de sol que es derribado por la oscuridad mientras te deja esa estampa de anochecer tan especial.





sábado, 24 de diciembre de 2016

SCORPIONS 50 ANIVERSARIO: Lugares emblemáticos y anecdóticos de su recorrido musical (Alemania, Portugal y España). III


En un suspiro cerramos el año del cincuenta aniversario de Scorpions. Nuestros queridos Rudolf Schenker y Klaus Meine, con la compañía de Matthias Jabs desde hace casi cuarenta años y las últimas incorporaciones del bajista Pawel Maciwoda primero junto al batería Mickey Dee hace apenas unos meses, llevan todo este tiempo haciéndonos felices con su música.
No se me ocurre mejor manera de cerrar este año 2016 que con una tercera entrega de la visita a esos lugares perdidos en el tiempo que han sido, de un modo u otro, testigos mudos del devenir de esta excepcional banda a lo largo de todos estos días de nuestras vidas. Tras revisar recientemente ese entrañable documental que nos regalaba en forma de película la directora Katja Von Garnier dedicado a la historia del grupo germano mientras les acompañaba con su cámara durante gran parte del recorrido de la gira de despedida –alguien se lo puede creer– que realizaron, al igual que otros grandes grupos coetáneos que también anunciaron en su día que se retiraban aunque finalmente no lo llevasen a cabo, no podía evitar por menos que entristecerme y permitir que alguna que otra lágrima furtiva fruto de la nostalgia viera la luz del sol mientras en la pantalla aparecían esas imágenes del grupo de principios de los setenta en formato Super-8 que mis ojos no habían contemplado nunca antes y que pertenecen a ese período primigenio de la banda tan escasamente documentado y que tanto me subyuga.


Dentro de este pequeño pero acogedor rinconcito de la red cerramos el año con los mismos protagonistas que lo abrieron. Sirvan las líneas de este fan descerebrado de la Música Rock en general y de Scorpions en particular como homenaje a esos cincuenta años de vida que ha cumplido la visión de Rudolph Schenker. Brindemos en su honor deseando que le queden, tanto a él como a sus camaradas de viaje, otros tantos más.

                                          Klaus Meine, su mujer Gabi y Katja Von Garnier.



Sporthalle. Hildesheim. Richthofenstrasse 37. 

De la mano del encantador batería Wolfgand Dziony encontramos datos sobre este concierto, parece ser que fue el segundo show que ofreció el grupo en su por entonces corto espacio de vida en el año 1965; desgraciadamente no se conoce la fecha exacta de su celebración. Hildesheim es una pequeña localidad cercana a Hannover y allí se acercaron nuestros queridos escorpiones para realizar una actuación como teloneros que constó de tres canciones únicamente. Uno de esos tres temas fue “Dizzy miss Lizzy”, un clásico de Chuck Berry que más tarde versionearon los Beatles. Recuerda Dziony que tuvieron que parar y volver a reanudar la canción hasta tres veces por un problema con sus platillos; qué más se puede decir… the good ol’ days. Dios mío, lo que daría por escuchar alguna grabación de esos primerísimos conciertos. Es una lata que casi todos los grandes grupos de Hard Rock tengan bien documentados sus más tiernos inicios, con grabaciones que suenan como el culo e incluso vídeos, mientras que en Scorpions parece que nadie dispusiese de una miserable grabadora que registrase esas actuaciones para la posteridad.




Río Leine. Hannover.

La orilla del río Leine, en las cercanías de Hannover, sirvió de marco para la celebración de un festival musical durante el verano de 1971. Scorpions fue uno de los grupos que actuaron en este festival del que tampoco se tiene clara la fecha exacta. Recuerda una vez más el entrañable batería Wolfgang Dziony algunas curiosidades de dicho show. En palabras del propio Dziony asistieron varios cientos de personas repartidos de una manera peculiar. El escenario estaba ubicado en una de las orillas del río por lo que, a excepción de un puñado de personas que pudieron colocarse junto en frente del escenario, casi la totalidad del público se encontraba situado en el otro margen de sus aguas. Curiosamente esa orilla se encontraba a más altitud que la del escenario, así que el respetable disfrutó de las actuaciones situado a unos quince metros por encima del propio escenario y de los músicos; de ahí la perspectiva de la foto que ilustra la actuación de Scorpions en ese marco tan curioso e inusual y que podemos observar más abajo –cortesía del propio Dziony–.




Estadio de Vallecas. Campo de Fútbol del Rayo Vallecano. Calle Payaso Fofó.

También es justo recordar el concierto que ofreció el grupo alemán en Madrid el día 16 de Agosto de 1986. En aquellos momentos el grupo atravesaba uno de los mayores de popularidad en España y en el resto del mundo, por lo que esta mini gira del verano del 86 les llevó a recintos con capacidades  de 20 a 40.000 personas. El concierto será tristemente recordado porque durante la actuación del grupo de Michael SchenkerMSG, que tocaba como telonero de su hermano– Miguel Ángel Rojas, un chico de veintitrés años, fue asesinado de una puñalada tras una discusión. Ni que decir tiene que este lamentable incidente sirvió a la mayoría de los medios de comunicación de entonces –los mismos de ahora, solo que con más capas de maquillaje– para demonizar una vez más al Rock duro en general y al movimiento del Heavy Metal en particular. Desde aquí todas nuestras condolencias y respetos a Miguel Ángel, familiares y seres queridos. D.E.P.




Pabellón de Deportes de Madrid. Paseo de la Castellana 259.

El antiguo recinto fue bautizado como Pabellón Raimundo Saporta en honor al fallecimiento en 1997 del presidente del equipo de baloncesto de la capital y demolido en el año 2004. En su lugar actualmente se encuentran ubicadas esas torres que tanto permiten a algunos lugareños sacar pecho. Este edificio tiene el curioso honor de ser el primer recinto español en el que actuó el grupo de Schenker y Meine. Tras varios años en los que el grupo cimentó su popularidad en Europa, desde su etapa con Uli Roth, finalmente Scorpions visitaron nuestro país en el año 1982. Nuestro grupo preferido había publicado siete discos de estudio y un doble disco en vivo antes de visitar nuestras soleadas tierras. Los germanos se encontraban en plena gira de presentación de su inmortal álbum “Blackout” cuando al fin un promotor los trajo en un excelente cartel que incluía a Blackfoot de teloneros. Scorpions más la banda del incombustible Rick Medlocke; eso es un cartel y lo demás son tonterías. Parece ser que la afluencia a esos primeros shows del grupo en nuestro país registraron una escasa afluencia de público, aunque afortunadamente ese aspecto se subsanó con creces en giras posteriores y, desde entonces, los escorpiones suelen ser habituales de nuestro país en sus giras mundiales.




Convento Do Beato. Lisboa.

Este recogido convento de la capital portuguesa fue el escogido por los alemanes para grabar el que fuera primer directo en acústico de su carrera. Los muros del claustro de esta construcción tan evocadora fueron testigos mudos de las actuaciones exclusivas que ofrecieron Scorpions y que acabaron dando forma al disco “Acoustica”.
La verdad es que el convento se encuentra ubicado prácticamente a las afueras de la ciudad. Está protegido por unos muros exteriores que difícilmente dejan adivinar la magia que desprende el recinto en su interior. Conviene aclarar que para visitar dicho convento hay que solicitar visita previa.





Palacio de Deportes. Portimao.

En este recinto se ha celebrado el único concierto con orquesta hasta la fecha dentro de toda la Península Ibérica. A principios del nuevo milenio Scorpions anunciaron una grabación conjunta con la prestigiosa Filarmónica de Berlín para conmemorar la Expo de Hannover 2000, convirtiéndose así en otro grupo más que se sumó a esa interesante moda de mezcla Hard Rock y Música Clásica. Lo curioso del asunto fue que consiguieron sorprender a propios y extraños con el producto final, unos impresionantes arreglos clásicos –cortesía del trabajo conjunto del director Christian Kolonovits y el propio grupo– que engalanaron las composiciones clásicas de los teutones para otorgarles una nueva perspectiva y una inusitada intensidad; vamos, la mezcla perfecta entre la grandiosidad del clásico y las melodías imbatibles Hard Rock de Scorpions. Debo reconocer que ha sido el disco de grupo de Rock con Orquesta que más me ha impresionado de todos los que he escuchado. La mayoría de ellos adolecen de arreglos de categoría, se enfoca la presencia de la orquesta como un mero acompañamiento, como si de un añadido de vientos se tratase, y ahí radica el error. Es fundamental desarrollar unos arreglos originales que sean capaces de realzar la música hasta elevarla a una categoría nueva y superior. No tenéis más que coger cualquiera de los discos de estas características que han publicado la mayoría de los grandes grupos de Rock o Pop en estos últimos años y escuchar con oídos imparciales para comprobarlo.
Recuerdo a la perfección mi primera escucha del disco “Moment Of Glory” que sacaron Scorpions y la Berliner Philharmoniker. Me acerqué a la tienda de discos –sí, antes existían tiendas de discos en las que podías adquirir la música que te gustase–, compré el cassette original, lo introduje en el walkman mientras me dirigía al metro y, desde los primeros compases, lo que empecé a escuchar me voló la cabeza; las intros, melodías, los arreglos, la producción –ese sonido de bajo tan contundente y tan integrado en la mezcla final de la versión de “Dynamite”– o las composiciones específicas para el disco me hicieron comprender que tenía entre mis manos algo especial… y cuando escuché más tarde la canción nueva titulada “We don’t own the world” comprendí que debía ver en directo ese concepto musical. El disco tiene una producción y un sonido de lujo, a la altura de las dimensiones de un proyecto tan ambicioso como éste lo era; basta con coger el tema “Deadly sting suite”, que no es más que una versión instrumental del clásico “He's a woman she's a man”, para darte cuenta de ello. Pocas veces me ha impresionado tanto una nueva adquisición musical, aunque esperar que Schenker, Meine y compañía trajesen a España todo este montaje era ridículo. La oportunidad llegó el verano del año siguiente: Scorpions actuaban en la localidad portuguesa de Portimao a mediados de Agosto, en vacaciones y relativamente cerca del hogar de mis progenitores; era perfecto. Lo organicé todo y la tarde anterior me encontraba dispuesto a entrar en mi coche, con cuatro cosas en la maleta y la discografía completa de Scorpions bajo el brazo para escuchar durante el viaje. Me siento, ajusto el cinturón, introduzco la llave en el contacto, la giro y… el coche no arranca. No me jodas. Tras intentarlo todo resultó imposible solucionar el problema. No me lo puedo creer. Así que, arrastrando esa cara de idiota que se te queda tras protagonizar un incidente de semejante calibre, volví a casa, puse el disco “Lonesome Crow” en el equipo del salón, bajé las luces, abrí una botella de vino de esas especiales y pasé las siguientes horas asimilando todo el asunto sumergido en la más absoluta y necesaria soledad. Finalmente el destino fue benévolo y justo un verano después me encontré compartiendo asiento con la jet-set berlinesa más petulante, casposa e irritante en la céntrica plaza de la capital alemana conocida como Gendarmenmarkt mientras Scorpions ofrecían un show especial conmemorativo con la Orquesta de los que no se olvidan. Brindemos por el nuevo año que se nos viene mientras degustamos la versión para Clásica de “We'll burn the sky” que se sacó de la manga el tándem Scorpions/Kolonovits; una gran canción que no tiene nada pero que nació para ser interpretada con una orquesta y a la que esta nueva revisión le otorgó esa dimensión tan especial.




                                                  Scorpions: "We'll burn the sky". Expo 2000.

  




lunes, 16 de mayo de 2016

Michael Schenker le declara la guerra a su hermano Rudolph Schenker.


Hace unos escasos días Michael Schenker, uno de los mejores y más personales genios de la guitarra de todos los tiempos, se descolgaba con unas incendiarias declaraciones sobre los Scorpions y más concretamente sobre su hermano Rudolf Schenker. En una entrevista concedida a los periodistas Jimmy Kay y Alan Dixon del programa canadiense The Metal Voice se despachaba a gusto con respecto al papel que tanto el grupo alemán como su propio hermano han representado dentro de la trayectoria musical del rubio guitarrista. Parece ser que el motivo de la discordia es el libreto informativo que aparece en la última reedición con motivo del cincuenta aniversario del afamado disco “Lovedrive” de Scorpions. Según comenta Michael, la información histórica que aparece en dicho libreto no se ajusta a la realidad de lo que ocurrió en el seno del grupo durante la grabación del álbum que puso la primera piedra del camino que llevó a los alemanes a triunfar en el mercado americano y, por extensión, en el resto del mundo.

                                             Scorpions: "Lovedrive". Reedición 50 aniversario.

En unas desagradables e innecesarias declaraciones Michael comenta que no cree posible volver a colaborar con su hermano puesto que se encuentra muy dolido por todo lo que aparece en dicho libreto. Dice que la historia de la grabación del disco está completamente equivocada y le deja en mal lugar. Explica que no le otorgaron créditos por algunas de sus aportaciones compositivas al disco y que le suplicaron que se uniera con ellos. Comenta también que Scorpions se dedicaron a copiar a UFO y concluye zanjando que la principal diferencia entre ellos dos es que él sabe tocar y su hermano no. Tela.

                                                      Michael, Barbara y Rudolf Schenker.

Lo primero que me gustaría aclarar es que para mí Michael Schenker es tan importante como la vida… igual que Scorpions. Para abordar este dislate es necesario que nos pongamos en situación. Hablamos de los años 1978 y 1979. Conviene recordar que en esa época Uli Jon Roth, guitarra solista de Scorpions, había dejado al grupo por diferencias musicales y estos habían contratado al semi desconocido Matthias Jabs para cubrir su puesto y buscar una distinta orientación musical, más actual y en consonancia con los grupos de Hard Rock que empezaban a triunfar en EEUU. Por aquel entonces Michael Schenker también había dejado a UFO y se encontraba en el impás de decidir su siguiente paso musical.

                                                              Matthias Jabs.

Scorpions habían comenzado a trabajar en el nuevo disco, el primero sin Uli Jon Roth, contando con la guitarra de Matthias Jabs. Durante la grabación se planteó la posibilidad de que Michael Schenker colaborase con el grupo, puesto que Michael estaba sin banda tras dejar a los británicos del ovni. El hermano pequeño de Rudolf metió su electrizante guitarra en algunos temas como “Loving you Sunday morning”, “Another piece of meat”, “Coast to coast” o “Holiday” entre otros. Finalmente Scorpions acabaron prescindiendo de Matthias para que Michael se subiese a bordo, comenzando con ellos la gira. Al cabo de unos conciertos Michael abandonó el barco sopresivamente, por lo que Scorpions volvieron a llamar a Matthias para seguir la gira programada. Por lo visto los viejos demonios que han acompañado a Michael Schenker durante toda su vida salieron a relucir durante esos primeros shows y no pudo continuar tocando con el grupo. Matthias realizó unas cuantas actuaciones con la banda hasta que Michael solucionó sus problemas y pudo volver a estar en condiciones de actuar, por lo que Scorpions volvieron a prescindir de Jabs para ofrecerle el puesto de guitarra solista nuevamente a Michael. Por aquel entonces Matthias no era más que un desconocido guitarrista al que le había tocado la lotería con la llamada de los Scorpions, de este modo no tuvo más remedio que aceptar lo que estaba ocurriendo. Sin embargo, Michael volvió a tener problemas dentro del grupo y les dejó definitivamente; Scorpions se vieron obligados a llamar nuevamente a Matthias, esta vez de manera definitiva. Estos meses suponen una de las etapas más interesantes y desconocidas de la historia del grupo germano. Hay muchas opiniones circulando por ahí, incluso de los propios implicados, pero me temo que la autentica realidad de lo acontecido en ese escaso medio año todavía no ha salido a la luz en su totalidad. Está claro que Rudolf quería a su hermano Michael en el grupo. Las dos veces que llamaron a Matthias y le invitaron a abandonar por la puerta falsa dice poco bueno de la ética de trabajo del grupo por aquel entonces, aunque tampoco conviene olvidar que Matthias Jabs no dejaba de ser un músico contratado al que sus jefes decidieron dar de baja y volver a contratar, por lo que desde el punto de vista laboral el asunto fue correcto; ojo, desde el plano personal la apreciación varía.

                                                        Scorpions con Michael Schenker.

Los caminos de los hermanos Schenker casi nunca han permanecido unidos pero siempre han caminado paralelos, con muchos momentos de confluencia. A nadie se le escapa que Michael Schenker es el genio de la familia, uno de esos músicos irrepetibles y tocados con el dedo divino, uno de entre un millón. Michael ha inspirado a miles de músicos y ha iluminado las ilusiones y los caminos de millones de personas con su música; eso es un hecho. Rudolf Schenker ha sido más bien la representación de la perseverancia, de la fe ciega en uno mismo y en sus propias posibilidades. Es la misma persona que esperó a Klaus Meine cuando tuvo los severos problemas de voz que, según los propios médicos especialistas, seguramente le impedirían seguir cantando. Cualquier otro músico hubiese fichado a algún cantante de moda –incluso el propio Meine puso su cargo a disposición de Rudolf-, pero el mayor de los Schenker no solo rechazó la renuncia de Klaus, sino que le animó más que nadie a buscar otras opiniones y tratamientos para conseguir recuperarse. Un duro recorrido de dos años, cuando todavía no eran las estrellas que hoy en día son, que acabó convertido en “Blackout”, un pedazo de disco que le abrió definitivamente los mercados y las mieles del merecido triunfo que llevaban tantos años buscando.

                                                            Klaus Meine y Rudolf Schenker.

Esto de los libretos de las reediciones cincuenta aniversario viene coleando desde finales del pasado año. Ya en esos momentos Michael Schenker hizo referencia a la inexactitud, según él mismo, de los datos y referencias que allí se contaban. Así lo hizo saber en algunas entrevistas, aunque en ningún momento cargó contra su hermano con la virulencia con la que lo acaba de hacer. Sería interesante saber qué ha cambiado dentro de la cabeza de Michael para que haya variado su discurso de esta manera tan destructiva ante unos hechos que ya conocía desde hace unos meses.

                                                      Los hermanos Schenker.

Parece ser que el principal problema viene porque Rudolf Schenker no quiso reconocer en los créditos el inicio del tema “Holiday” como composición de Michael. Tampoco aparece en las fotos del interior del disco como miembro del grupo. Se queja Michael de que lleva componiendo para Scorpions desde el primer disco “Lonesome Crow”, aparecido en mil novecientos setenta y dos cuando todavía formaba parte de la banda, sin aparecer acreditado como tal puesto que todas las composiciones quedaron registradas bajo el nombre del propio grupo. La propia historia que aparece en las líneas del libreto de “Lovedrive” presenta a un Michael casi suplicando entrar de nuevo en la banda tras abandonar UFO, según sus palabras. El menor de los Schenker explica en la entrevista que eso está distorsionado, que fue su propio hermano Rudolf el que le suplicó, llorándole por teléfono incluso, que volviese a Scorpions. Comenta que lo hizo casi por deferencia hacia su hermano y sin pensárselo mucho. Pese a realizar varias actuaciones en directo con el grupo no se sentía nada cómodo, vió que no podía hacerlo y dejó a la banda para ser honesto consigo mismo; no especifica nuestro querido Michael cuáles eran los problemas que le impedían sacar adelante su colaboración con Scorpions aunque mucho me temo que tenía bastante más que ver con sus propios demonios personales que con cuestiones musicales o de funcionamiento dentro de la banda.
Por todas estas cuestiones nos revela Michael que ya nunca más podrá volver a confiar en su hermano o en los Scorpions. Remata sentenciando que Scorpions copiaban a UFO -en los años en los que el rubio guitarrista militaba en sus filas, claro- y que su hermano y él se diferencian en que uno puede tocar y el otro no, Rudolf  es el que se preocupa más del espectáculo mientras que él es el músico. El tema está de esta manera. No parece que la próxima cena de Navidad vaya a ser tranquila en la casa de los Schenker, desde luego.

                                                  Michael Schenker.

Jamás saldrá de mi boca ni de mi pluma una sola afirmación que cuestione la valía artística, creativa, musical o interpretativa de Michael Schenker. Mi vida es mucho mejor si la acompaño con sus canciones y sus irrepetibles solos, eso es obvio. El problema viene a la hora de definir a Rudolf Schenker. Está claro que no es un guitarrista brillante a nivel técnico, basta con coger cualquier directo y escuchar el solo tras el segundo estribillo del famoso “Still loving you” para comprobar sus carencias en ese aspecto; nadie lo discute… ni siquiera él mismo. Pero de ahí a negarle sus cualidades como músico me parece una sobrada de dimensiones bíblicas. Scorpions tienen publicados dieciocho discos de estudio y varios directos con canciones inéditas incluidas en algunos de ellos, y el motor rítmico de casi la totalidad de esas canciones es el señor Rudolf Schenker; cierto es que muchos arreglos en los solos no los ha compuesto él, pero practicamente la totalidad de los clásicos que suenan a lo largo y ancho del mundo han salido de las cuerdas de su guitarra y de su cabeza por lo que se merece un mínimo de respeto. Nadie está hablando del Rudolf ejecutor de solos sino del Rudolf compositor y aquí pierde casi cualquiera que se ponga frente a él. Le pese a quién le pese.

                                                                 Rudolf Schenker.

Y luego viene la estupidez de la copia de Scorpions a UFO. Vamos a ver, UFO es un grandísimo grupo y Scorpions también pero cada uno tiene sus propias virtudes. Está claro que ambos grupos han sabido entender perfectamente el papel de la melodía dentro del Rock, eso es innegable, pero ambos tienen suficientes matices distintos como para saber identificar el estilo de cada uno de los dos. El asunto fue que UFO triunfaron antes pero menos y Scorpions tardaron más pero alcanzaron una fama mayor. Esto del éxito y la calidad no suele estar repartido equitativamente. UFO atesoran muchísima calidad aunque su éxito fue muy localizado y actualmente se tienen que contentar actuando en salas de pequeño y mediano aforo… igual que Michael Schenker; una injusticia, esta gente debería estar cada día de la semana llenando pabellones en el mundo entero. Me parece muy injusta la acusación de Michael hacia Scorpions. Si hay un grupo que ha luchado contra todos los inconvenientes del mundo y se ha ganado todo a pulso, con perseveración y constancia, sin que nadie les haya regalado nunca nada, esos son los Scorpions. Recordemos que vienen de las alemania de principios de los setenta, cuando era impensable que un grupo nacional lograse triunfar en el todopoderoso mercado inglés y norteamericano, de hecho el propio Michael Schenker les dejó tirados en cuanto le salió lo de UFO –grupo inglés, no olvidemos-, sin que nadie le recriminase nada y entendiendo la posibilidad que le surgía al rubio genio alemán. Scorpions han permanecido con fe inquebrantable sorteando todos los varapalos del destino, han soportado injusticias, risas y burlas de los que hoy les lamen el culo, traiciones y jugarretas surgidas incluso desde dentro del propio seno de la banda o distintos cambios de modas y tendencias a lo largo de todos estos años. Frente a todo eso ellos han seguido haciendo lo que mejor saben hacer: grandes canciones. Hoy en día se encuentran inmersos en una nueva gira mundial llenando pabellones con público que paga por verlos actuar y al que le siguen ofreciendo un show de primera categoría. La historia al final parece que va a ser justa con ellos.


Tampoco es justo Michael Schenker con un hermano que jamás ha dicho una palabra negativa u ofensiva sobre su hermano pequeño. Rudolf y Scorpions han estado allí cada vez que el pequeño Michael tropezaba una y otra vez con sus demonios personales. Estoy seguro de que la vida de Michael no ha debido ser sencilla, supongo que debe ser complicado asimilar que eres un genio y saber lidiar con toda esa gente que te adula constantemente y se sube a tu chepa por el interés. Recordemos que Michael ha tenido bastantes relaciones difíciles con otros músicos con los que ha trabajdo en el pasado, con sus ex mujeres –una de las cuales le dejó completamente en la bancarrota de la manera más rastrera posible hace solo unos pocos años- o con la prensa musical que ha buscado más la noticia sensacionalista que la informativa propiamente dicha; comentaba en su día Sherpa, ex bajista de Barón Rojo, que coincidieron con Michael Schenker en Londres en los primeros ochenta y que siempre le pareció un tipo que no acababa de encajar y que se encontraba un poco tirado y perdido dentro del elitista ambiente musical británico. Todas estas experiencias seguro que han forjado ese carácter tan difícil del que hace gala siempre que tiene la menor oportunidad.


En el otro lado el Mad Axeman siempre ha tenido la complicidad de su hermano Rudolf cada vez que pintaban bastos en su vida. Conviene recordar que MSG, el grupo en solitario que Michael formó tras dejar a Scorpions durante el affair Lovedrive, funcionó como telonero durante casi todas sus actuaciones hasta finales de los noventa. En todos esos años eran incluidos en los shows de los propios Scorpions como invitados especiales, incluso Klaus Meine y Rudolf Schenker realizaron un cameo en la canción “Doctor Doctor” del directo de la MSG titulado “Rock Will Never Die”. También fueron los invitados de la primera gira europea en la que Michael presentaba a Robin McAuley, cantante de la enésima encarnación de su grupo en solitario. La estupenda asociación que formó con McAuley se vino al garete pocos años después y un hastiado Michael publicó su primer disco acústico en solitario. Para la presentación en directo volvió a tirar de su hermano Rudolf. Scorpions invitaron al primer tramo de su gira a Michael Schenker, que salía en mitad del show de los alemanes para interpretar un pequeño set acústico en el que sonaba algún tema de Scorpions y algo del disco en solitario de Michael. Me pregunto por qué en ese momento no decidió salir de gira él solo como Michael Schenker en solitario en lugar de acudir bajo el cobijo de su hermano “del que ya no podrá confiar nunca más”; en fin.


Tampoco podemos olvidar todos los conciertos de reunión que ofrecieron los alemanes y que contaron con Michael Schenker como invitado en muchos de ellos. En el show de Wacken, que se presentó como una noche para el recuerdo, Michael también actuó con su propio grupo antes de subirse a la esperada reunión del grupo madre alemán. Todas estas actuaciones beneficiaron por igual a Michael Schenker y a Scorpions, por lo que resulta absurdo y hasta desagradecido no tenerlo en consideración, supongo que a Michael se le debe haber olvidado. Estas actuaciones de reunión especiales se hicieron desde el año dos mil cinco hasta el infame show del dos de junio de dos mil doce en Nancy, para el que estaban anunciados los antiguos ex miembros Michael Schenker, Uli Jon Roth, Herman Rarebell o Rudi Lenners. Al final solo salió Uli Roth para interpretar un tema, Herman y Lenners solo actuaron en el mini show que ofreció Uli Roth con su propio grupo al acabar el festival, sin figurar en el cartel y mientras el público abandonaba el recinto; por su parte James Kottak tocó el set de Scorpions realizando varios fallos de ejecución y con un colocón impresionante. Lo que daría por saber qué pasó en los camerinos para que al final nadie saliese a actuar con Scorpions.
Tampoco puedo olvidar el concierto que ofrecieron a finales de Julio de dos mil siete en el prestigioso Hammersmith londinense. La reunión estaba anunciada con la presencia de Michael Schenker y Uli Jon Roth aunque primero actuaría la MSG de Michael. El concierto del grupo del Mad Axeman duro menos de media hora ante la atónita mirada de los músicos de Michael que comprobaron como el rubio guitarrista era incapaz de sonar en el tono de cada tema. Michael Schenker salió a escena completamente fuera de sí, preso una vez más de sus propios demonios ofreció un espectáculo bochornoso que todavía me apena cada vez que lo recuerdo. No tuve que leerlo en ningún sitio porque asistí como parte del público a esa triste actuación en la que Michael no era capaz de seguir ningún tema, sonando a destiempo y desafinado. Estaba previsto que Michael saliera después con Scorpions para tocar un puñado de temas pero, por supuesto, les volvió a dejar tirados; una vez más.


Y ahora lleva en su grupo a dos ex miembros de Scorpions: Herman Rarebell a la batería y Francis Buchholz al bajo. Sí, el mismo Francis Buchholz que fue expulsado de Scorpions por conspirar con las finanzas del grupo a espaldas de sus propios compañeros. Lo curioso del asunto es que ya han pasado más de veinte años desde que esto ocurrió y todavía el bueno de Buchholz no ha querido o no ha podido explicar lo que pasó. Demasiado tiempo para callar una injusticia si realmente lo ha sido… lo que lleva precisamente a pensar lo contrario. Pues ahora nos encontramos con que Michael Schenker lleva varios años presentando un repertorio de directo en el que abundan las canciones de Scorpions. En un músico que tiene en su haber tantas y tan buenas composiciones propias resulta chocante comprobar que recurra a temas de ese grupo en el que no podrá confiar nunca más. El amigo Michael se descuelga tocando en directo temas como “Lovedrive”, Coast to coast”, “Holiday”, “Another piece of meat”, “Rock you like a hurricane” o “Blackout”. ¿Acaso también compuso Michael Schenker “Blackout”?, ¿también le robaron los créditos de “Rock you like a hurricane”? O igual las toca porque están en su grupo Rarebell y Buchholz, músicos entrañables pero bastante limitados en materia técnica. Me encantaría conocer las motivaciones que han llevado a Michael a contratar a estos dos músicos en su grupo. Puede que la sombra del escorpión sea demasiado alargada.

                                    MSG: W.Findlay, H.Rarebell, M.Schenker, D.White y F.Buchholz.

Al César lo que es del César. Realmente lamento estas declaraciones tan descalificantes de uno de los grandes genios de la música. Voy a intentar relajarme de todo esto mientras escucho una de esas últimas composiciones de Scorpions en la que vuelven a reivindicar sus auténticas prioridades. Ahora queda saber cómo encajará todo esto Rudolf Schenker.

                                                           Scorpions: "Rock n Roll band".