Clube de Adictos a Deep Purple

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Púrpura Chess

This blog is basically a musical site. Here we talk about the music we like, using different angles. As dear and missed Jon Lord once said: “Music is the highest kind of Art that exists”. I think the same way too.

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martes, 6 de septiembre de 2022

Ozzy: "Nothing feels right". Nuevo tema de su nuevo disco "Patient Number 9" y regreso de Zakk Wylde al grupo.

Ayer mismo veía la luz en las redes una nueva canción de Ozzy Osbourne titulada "Nothing feels right". Este tema, perteneciente al nuevo disco de inminente salida que lleva por título "Patient Number 9", cuenta con la guitarra de Zakk Wylde. En apenas un puñado de días podremos llevarnos a las orejas el nuevo redondo de nuestro entrañable Madman. Para este disco el elenco de guitarristas invitados tira de espaldas, puesto que prestan sus servicios a las seis cuerdas auténticas leyendas como Eric Clapton, Jeff Beck o Tony Iommi; de hecho su compañero durante tantos años en Black Sabbath resulta que esta es la primera vez que colabora en un disco en solitario del propio Ozzy. Conviene recordar que Osbourne ya hizo lo propio en el disco en solitario que el guitarrista sacó en el final de esos inciertos años noventa bajo el simple título de "Iommi", siendo "Who's fooling who" el tema escogido para tal fin.

Pero lo que resulta especialmente de enjundia -sin menospreciar el talento de estos grandes músicos, por Dios- es el hecho de que nuestro querido Zakk Wylde vuelva a prestar sus servicios, sus cuerdas, su talento y brutalidad innata en este nuevo disco de nuestro Ozzman preferido. Que Ozzy Osbourne no es nada sin los músicos de primera categoría que le rodean es algo que saben desde su propia mujer/mánager Sharon hasta el propio Osbourne... así como todo aquel que conozca mínimamente el recorrido musical de nuestro entrañable esnifador de hormigas. Y dentro de esta línea vital que le marcan sus colaboradores podemos subrayar la importancia de dos músicos por encima del resto: el trístemente malogrado Randy Rhoads y Zakk Wylde. El bueno de Randy modernizó la propuesta musical de Ozzy cuando Sabbath hacían aguas por todos lados y le puso en el mapa, llegando a alcanzar un éxito incluso superior al grupo de Tony Iommi & Co. Tras el trágico accidente que segó la vida de este genial guitarrista otros muchos han ocupado su puesto, pero nadie ha alcanzado las cotas de calidad y carisma que va derrochando por la vida Zakk Wylde. Recuerdo cómo gran parte de la prensa musical poco menos que se burlaba de él cuando salió el disco "No Rest For The Wicked", primero de Wylde con Ozzy y que siempre me ha parecido un discazo. Que si no punteaba y solo tocaba riffs, que si no tenía personalidad, que si no sabía actuar en directo y un sinfín de patochadas más, impropias de gente que si se dedica a escribir profesionalmente sobre esto debería demostrar tener un poco más de idea sobre el asunto... pero así está el patio, o al menos así estaba en nuestros adorados años ochenta/noventa. Sin problema; a golpe de guitarrazos, actitud y talento, Zakky fue poniendo a todos los bocazas en su sitio y haciendo que se fueran introduciendo todos y cada uno de sus comentarios por sus respectivos rectos. Y por si fuera poco, cuando tuvo que dejar a Ozzy por primera vez en 1994 se sacó de la manga el grupo Pride & Glory y un pedazo de disco llamado con el mismo nombre que es una verdadera obra de arte, además de toda una declaración de principios. La perfecta comunión entre el Rock Sureño y el Hard Rock potente y tocado con pelotas, pero esto es marginal. Hoy en día es uno de los guitarristas de Hard Rock más reputados y resulta interesante escuchar como esas mismas voces tan "entendidas" que antes le ponían a parir ahora se deshacen en elogios hacia su figura. Lo de siempre.

El caso es que para este humilde escriba sigue siendo el guitarrista ideal para acompañar al Príncipe de las Tinieblas, tanto en disco como en directo. Su puesta en escena es tan salvaje como sincera y efectiva. Todavía recuerdo la última vez que visitó Madrid en el 2018 acompañando a Ozzy y se marcó una actuación de bandera, con un pedazo de solo tras el clásico "War pigs" de esos que no se acaban nunca y en el que incluía extractos de canciones como "Miracle man", "Perry Mason", "Crazy babies" o "Desire", demostrando lo bueno que es y lo bien que empasta en el grupo de Osbourne. Es por esto que este nuevo disco tiene ese aliciente extra. Esta nueva canción es de corte lento y con alguna pincelada épica. Me recuerda una barbaridad a las composiciones del disco "Ozzmosis", cosas como "Denial", "Ghost behind my eyes" o "My little man", por citar algún ejemplo rápido. Eso son buenas noticias.

Así que, nada, con ganas de escuchar la nueva obra de Ozzy Osbourne acompañado de Zakk Wylde. Y con más ganas aún de verlos en directo junto a Judas Priest, por supuesto.

 

                                              "Nothing feels right", con Zakk Wylde.


                                             "Patient number 9", con Jeff Beck. Vídeo oficial.





domingo, 20 de enero de 2019

Lee Kerslake y los discos de platino por su participación en los dos primeros discos de Ozzy Osbourne. Se hace algo de justicia.


Seguimos con la familia Sabbath. Lee Kerslake, conocido batería de grupos como Uriah Heep, Ozzy Osbourne o Living Loud entre otros, acaba de recibir sendos discos de platino que conmemoran su participación en las grabaciones y composición de los primeros discos de Ozzy en solitario: hablamos de “Blizzard Of Ozz” y “Diary Of A Madman”, un par de obras maestras de la música que deberían estar en las estanterías de cualquier apasionado del Hard Rock. El propio Ozzy Osbourne se los ha enviado hace un par de días.


Conviene recordar que Kerslake está aquejado de un peligroso cáncer en estado terminal y que los médicos le han diagnosticado apenas unos cuantos meses de vida. El entrañable músico, al igual que otros artistas como es el caso de José Antonio Manzano en nuestro país, decidió hacer pública su batalla contra la temible enfermedad compartiendo con sus seguidores algunos de los datos de su estado de salud y recibiendo todo el apoyo de los mismos a través de las redes sociales; imagino que al final algo bueno deben de tener las nuevas tecnologías, permitiendo llevar no solo la mierda, el odio y las miserias humanas a través de la conexión de internet, sino también mensajes positivos y de esperanza. Desde aquí le deseamos todo lo mejor al entrañable Lee, que disfrute de su tiempo y que los médicos se equivoquen en sus estimaciones; no sería el primer caso que estira sus tiempos en este mundo que conocemos.


Esto de la creación y grabación de los primeros dos discos de Ozzy Osbourne lleva trayendo cola desde hace unos cuantos años, por lo que resulta interesante ponerse en situación. Cuando los Black Sabbath echaron a Osbourne, imagino que hartos de lidiar con los demonios del vocalista, Sharon Arden –actual mujer de Ozzy, más conocida como Sharon Osbourne– cogió a Ozzy bajo su regazo y se puso manos a la obra para montarle una carrera en solitario al díscolo vocalista de la banda oscura por excelencia. Como curiosidad se puede decir que Sharon era hija del famoso representante Don Arden, que para más inri era el mánager de Sabbath durante aquellos años; cuentan las malas lenguas que el padre no se tomó nada bien la decisión de su hija de acercarse a Osbourne, causando que padre e hija dejasen de hablarse. En cualquier caso formaron un grupo en torno al genial y tristemente malogrado guitarrista Randy Rhoads, un gran músico al que su prematura muerte convirtió en leyenda. Para el tándem Rhoads/Ozzy se reclutó la base rítmica compuesta por Bob Daisley al bajo y Lee Kerslake a la batería, grandes músicos de contrastada calidad y con habilidades compositivas. Randy venía de tocar con Quiet Riot, un grupo que en los años setenta funcionaba en el circuito americano de clubes a un nivel similar al de Van Halen y que llegó a publicar dos discos de estudio con el rubio guitarrista que antes de la era internet eran objeto preciado de coleccionismo, pero que tras la oferta de Ozzy se fracturó y se dislovió. Daisley y Kerslake habían estado prestando sus servicios en Rainbow y Uriah Heep respectivamente, por lo que estaba claro que sabían de qué iba esto de tocar Rock. Bob Daisley fue contratado en primera instancia y Kerslake se unió al equipo tras haber probado eventualmente con un par de baterías antes. De este modo Ozzy se rodeaba de un equipo de categoría especial y exponencialmente creativo; no olvidemos que las habilidades compositivas de Osbourne aún están por descubrir, en el improbable caso de que las posea, puesto que hasta en Black Sabbath era Geezer Butler el que se ocupaba de componer la mayoría de letras y líneas vocales. Con todo la banda en solitario de Ozzy empezó a rodar y sacaron al mercado un pedazo de disco titulado “Blizzard Of Ozz” que a día de hoy es un clásico indiscutible del Rock duro… un disco compuesto por Rhoads-Daisley, con la colaboración de Kerslake en un tema, puesto que se incorporó al equipo a última hora, y en el que se incluía a Ozzy en los créditos por contrato; algo normal: era su grupo. El siguiente “Diary Of A Madman” ya iba compuesto por el equipo Rhoads-Daisley-Kerslake.

                                  Ozzy Osbourne: Bob Daisley, Lee Kerslake, Ozzy y Randy Rhoads.

Poco después de grabar el segundo disco decidieron prescindir de los servicios de Kerslake y Daisley. Hasta ahí, nada que objetar. Es tu negocio, contratas a tus empleados y si estimas oportuno, respetando la legalidad de los contratos, prescindes de los mismos. Lo que dice mucho y nada bueno del asunto es que además decidieron borrar a Daisley y Kerslake de los créditos de dicho disco, sustituyéndolos por Rudy Sarzo y Tommy Aldridge; otros dos músicos como una catedral, pero que no tocan en el disco. El propio Aldridge comentó en su día al respecto que cualquiera que escuchase esas baterías del disco se daría cuenta que no las había tocado él. En cuanto a las composiciones, imagino que ese asunto es más complejo, puesto que cuando compones algo lo registras y eso ya no se mueve tan fácilmente; de hecho muchos nos sorprenderíamos si pudiésemos ver cómo se registran esas autorías, ya que no es solo la referencia que aparece en el disco en cuanto a la composición general de la canción. Muchas veces se pueden llegar a registrar hasta fragmentos, una línea vocal en particular o un riff bajo la credencial de diferentes autores, aunque en el libreto del disco la autoría de la canción aparezca bajo un solo nombre. A este respecto enseguida te viene a la cabeza el episodio del teclista David Rosenthal cuando colaboró en la composición de una de las canciones del disco “Bent Out Of Shape” de Rainbow, pero ese es otro tema.

                                                               Daisley & Kerslake.

Desconozco los entresijos de las desavenencias entre el campamento Osbourne y Kerslake/Daisley, habría que escuchar todas las versiones, pero la realidad es que se borraron del disco todas las referencias posibles de estos dos músicos. Y, si esto ya es bastante feo de por sí, las cosas no fueron a mejor con el paso de los años. En 2002 la entrañable pareja Sharon/Ozzy realizaron un nuevo gesto todavía más feo que lo antes comentado, si es que es posible hacerlo peor. No conviene olvidar que Sharon es una persona de armas tomar y lo ha demostrado en innumerables ocasiones, no en vano Lemmy Kilmister –un tipo al que tampoco se le tosía así como así– llegó a comentar que lo más inteligente era no meterse con la mujer de Ozzy porque tenía las pelotas muy bien puestas. El caso es que para una de las reediciones de esos dos primeros discos de Ozzy Osbourne la siempre amigable Sharon decidió borrar las pistas de audio de la base rítmica y sustituirlas por nuevas grabaciones que corrieron a cargo de Robert Trujillo y Mike Bordin; en fin, ¿quién sino Sharon para darle una nueva vuelta de tuerca a lo que ya parecía imposible de superar? Un gesto tan rastrero como deleznable que dice mucho más de este personaje que todas las letras que uno decida juntar sobre una hoja en blanco. Parece ser que todo viene por las demandas que interpusieron Kerslake y Daisley ante Ozzy por impago de royalties. En su día fue un asunto muy comentado y criticado en la prensa musical mundial; normal. Todo esto para que Bob Daisley y Lee Kerslake no recibieran los merecidos beneficios de unos discos… que ellos mismos habían ayudado a componer y a grabar. Demencial. En un mundo justo el autor de una obra de arte debería ser el principal beneficiario de lo producido por lo que él mismo ha creado, pero parece ser que las coordenadas cerebrales de Sharon Osbourne se estructuran de manera distinta. Imposible la defensa de algo que aparece y va firmado por el sello de Ozzy Osbourne, por lo que no conviene olvidar que nuestro adorable Prince Of Darkness no deja de ser el último responsable. A cada cual lo suyo.

                                                           Sharon & Ozzy.

Tras años y años de batallas legales que no favorecieron a Kerslake/Daisley, es de suponer que una persona tan fría y calculadora como demuestra ser Sharon Osbourne ató y consideró todos los aspectos legales de su jugarreta, nuestros protagonistas no tuvieron más remedio que aceptar la injusticia de la situación. Gracias a esto pusieron en marcha el estupendo proyecto llamado Living Loud, acompañados por Jimmy Barnes, Steve Morse y Jon Lord, para revisar y volver a regrabar algunos de los clásicos que aparecieron en esos discos de Ozzy y que ellos mismos compusieron. Nos legaron un disco de estudio y un directo que son oro en paño.


La vida siguió y ambos músicos siguieron trabajando en lo que mejor saben hacer. Un día triste saltaba la noticia en los medios sobre los serios problemas de salud de Lee Kerslake, dejaba a Uriah Heep y bajaba el pistón en lo que a actuar se refiere. Recuerdo que la última vez que me crucé en el camino del entrañable Kerslake fue en la convención de fans de Uriah Heep que se celebró en Granada hace unos años y de la que ya hablé en su momento en este mismo foro. Un fin de semana mágico en el que Kerslake nos reconfortó con su habilidad musical, su simpatía y su terrible sentido del humor. Este pedazo de músico, gran batería y cantante excepcional -metía los agudos en Uriah Heep cuando se marchó David Byron-, ha participado en un buen número de los discos de cabecera de muchos de nosotros. Hace poco declaró que nada le haría más ilusión que tener en su salón los discos de platino que representan el éxito en ventas de los trabajos que compuso y grabó en el grupo de Ozzy Osbourne, que sería un bonito gesto por parte del campamento Osbourne mientras todavía esté con vida en nuestro mismo plano. No sé cómo de ennegrecidos estarán los corazones de Sharon/Ozzy, ni es asunto mío, pero con esta donación al menos uno siente que la injusticia de esta historia pesa un poquito menos. Nuestras oraciones y un brindis por Lee Kerslake en estos momentos difíciles.

                                    Lee Kerslake orgulloso con lo que le pertenece por méritos propios.


                                                          Ozzy: "Diary of a madman".






















miércoles, 3 de febrero de 2016

A vueltas con Black Sabbath. Geezer Butler – Bill Ward. II.



La banda de Iommi, Ozzy y compañía vuelve a estar de plena actualidad, el problema es que no solo por motivos musicales. Su nueva gira de despedida, anunciada bajo el sugerente nombre de “The End”, apenas acaba de empezar y los nuevos roces, cruces de declaraciones y demás sinergias del entramado Sabbath vuelven a brotar cual florecillas en primavera. Las noticias de sus componentes y sus ex generan un cúmulo de despropósitos tan inverosímiles como ridículos que consiguen darle una nueva vuelta de tuerca a esta familia musical tan encantadoramente disfuncional. Definitivamente habrá que plantearse realizar una entrega de artículos por fascículos para cubrir las esperpénticas trifulcas de estos angelitos.


Después de que los miembros originales Tony Iommi, Geezer Butler y Ozzy Osbourne anunciasen por enésima vez su gira de despedida, el batería original Bill Ward, que no fue de la partida en un movimiento de dudosa ética, volvió a la carga con nuevas declaraciones en las que se entristecía por no ofrecer al público una última gira con la formación original al completo. Hasta aquí todo normal: pataleta del bueno de Ward por quedarse sin ninguna parte del pastel. Sin embargo, el asunto cogió grados cuando el bajista Geezer Butler se descolgó con unas sorprendentes declaraciones en las que aseguraba que a Bill Ward se le ofreció participar en un concierto especial de despedida y que éste no lo aceptó, devolviéndole la pelota de las culpas sentimentaloides para no ofrecer una actuación final de los componentes habituales. Lo cachondo del asunto es que… jamás le ofrecieron ese show a Bill Ward!
Nuestro entrañable Bill inmediatamente reaccionó con otro comunicado en el que aseguraba no haber recibido esa invitación de la que hablaba Butler. El affair se zanjó con el entrañable Geezer emitiendo un comunicado en el que comentaba que había sido un error por su parte y lanzando una tibia disculpa redactada con un escueto y endemoniado “sorry Bill Ward”, palabras textuales.

                                                       Geezer Butler y Bill Ward.

El management que lleva a Black Sabbath debe ser lo más parecido al camarote de los hermanos Marx. Toda esa unión por conveniencia de abogados, representantes, músicos con sus parejas y demás alimañas llenas de rencor acumulado pero condenados a entenderse para ganar pasta debe estar tan abocada al caos continuo porque solo así se puede explicar que aparezca uno de los músicos originales realizando unas declaraciones públicas sobre un tema tan delicado sin tener ni la más remota idea de lo que habla. Si querían publicidad gratuita para alimentar el morbo de las actuaciones en directo de esta supuesta última gira lo han vuelto a conseguir. El entorno de Ozzy Osbourne lleva años generando y alimentando las más variadas y esperpénticas polémicas para obtener una publicidad que les siga manteniendo en el candelabro, el problema es que llevan tanto tiempo arrastrando su credibilidad por el fango que cada vez se acercan más a una triste parodia de ellos mismos. Y es triste, porque la música de Sabbath y Ozzy es lo suficientemente buena y valiosa para permitir que hable por sí misma. Desgraciadamente parece que lo que aquí importa es la cantidad de ceros que sumemos al pasar por caja y, si para llamar la atención del gran público hay que grabarse meando en un bote, se graba uno y listos.


En cuanto a la gira mundial, veremos qué tal. Se va a comercializar un nuevo Cd compuesto por cuatro temas de las sesiones del disco “13” que no aparecieron en dicho álbum más el añadido de las tomas en directo de otros cuatro temas. Al menos para este nuevo tour mundial no han tenido la desfachatez de hablar directamente de los supuestos problemas físicos de Bill Ward para aguantar una gira mundial de dieciséis meses como hicieron la vez anterior. Recordamos que esa gira mundial de 2013 -14 supuso un total de cuarenta y seis conciertos –la mayoría de los grupos realizan esas actuaciones en un par de meses, tres a lo sumo-. Para este nuevo tour de 2016 se han anunciado las siguientes fechas:

   - Norteamérica. 1ª parte: Dieciocho conciertos.
   - Australia: Siete conciertos.
   - Europa: Quince conciertos.
   - Norteamérica. 2ª parte: Dieciocho conciertos.

Esta vez tenemos programados un total de cincuenta y ocho actuaciones, del uno de Enero al veintiuno de Septiembre de 2016. El tour acaba de empezar y desgraciadamente ya han tenido que suspender dos conciertos debido a unos problemas de salud de Ozzy, el comunicado oficial explica que ha padecido una sinusitis. No le deseo mal a nadie, y mucho menos al entrañable Ozzy, pero tal vez empieza a sobrar la excusa del estado de salud de Bill Ward cuando son ellos mismos los que, con muy buen criterio, están programando una gira con conciertos espaciados para poder llevarla a cabo en las mejores condiciones posibles. Son señores con sesenta y muchos años, conviene tenerlo en cuenta. El problema es que el estado vocal de Ozzy lleva años rozando lo patético y resulta triste la inquina con la que se expresa, tanto él como el resto del grupo, con respecto a la situación física de Bill Ward. El agravio comparativo resulta grande e injusto. Puede ser que Bill Ward no se encuentre en la mejor de las condiciones para un tour de cincuenta conciertos, pero desde luego Ozzy no está mejor que él. Además conviene recordar que Bill siempre defendió a Ozzy todos los años que el Madman estuvo fuera de Sabbath. La puñalada trapera que le asestó el encantador Osbourne con motivo de esta última reunión de Black Sabbath todavía deber estar supurando en la espalda de Ward.

                                                       Ozzy Osbourne y Bill Ward.

De cualquier modo habrá que estar atento al maravillosamente amorfo universo Sabbath en esta última gira mundial que les acercará a casi todos los rincones del globo; menos a España, claro. El set list sigue estando a la altura de su leyenda y siempre es un placer disfrutar de Tony Iommi encima de un escenario. 



                                                          Black Sabbath: "Cry all night".




lunes, 20 de abril de 2015

A vueltas con Black Sabbath. Ozzy Osbourne - Bill Ward. I



En estos últimos días se han producido una serie de comunicados entre Bill Ward y Ozzy Osbourne en torno a la última fallida reunión de los cuatro miembros originales de Black Sabbath del pasado año 2011 y que dio como fruto el disco en estudio “13” y su consiguiente gira mundial (España no incluida, claro). Los agrios comentarios vertidos por nuestros protagonistas tres años después superan el nivel de tensión que se alcanzó cuando se destapó la polémica de la no inclusión del batería Bill Ward en la cacareada reunión de los de Birmingham.


La bomba la lanzó hace unos días el propio Ward cuando, en una carta abierta en internet, le pedía a Ozzy que se disculpara por todo el affair que desembocó en su no participación en la reunión y que Ward considera, básicamente, una falta de respeto; el propio Bill asume que no habrá vuelta atrás y que no podrá volver a ver a Ozzy como un amigo. Todo el asunto consistió en que el mánager de Ozzy – su esposa Sharon Osbourne – le ofreció a Bill Ward un contrato económico menor que el de los otros tres miembros originales además de buscarle un sustituto para que no realizase los conciertos completos. El asunto terminó con el rechazo de Ward ante semejante contrato y con la contratación de dos baterías sustitutos – Brad Wilk y Tommy Clufetos - para grabar el disco y realizar la gira.


Al día siguiente Sharon, por boca de Ozzy, contestó a Bill a través de facebook. En el comunicado Ozzy no solo no le pide disculpas a Ward, sino que se reitera en lo dicho en su día; bueno, digamos que exagerando un poquito. Ozzy comenta que le hubiera haber zanjado esto de modo personal pero que el paso de Ward le obliga a responder así. Nuestro querido Madman le pide a Ward que deje de hacerse la víctima y que reconozca la verdad. En su comunicado le dice a Ward que no se encontraba físicamente en condiciones de afrontar una gira de dieciséis meses con actuaciones de dos horas de duración y solos de batería incluidos. También le espeta que deje de marear con el supuesto contrato – sin aclarar nada del mismo, eso sí – y que pare todo este asunto de una vez. ¿Gira de dieciséis meses? Desde luego que este Ozzy es un cachondo, no deja de sorprenderme.


Veinticuatro horas después hemos podido leer la réplica de Bill Ward a este duro comunicado vertido desde el campamento Osbourne. En su nueva réplica pone firme a Ozzy y por extensión a Sharon Osbourne. Lo primero que hace es recordar a Ozzy que, pese a no querer tratar el tema en público, el propio Osbourne lo comentó en las entrevistas que realizó para la prensa en la primera mitad del año 2012 y que nada de esto hubiera salido a la luz si se hubiese dirigido primero a él personalmente. Comenta con un sabor agridulce que, respecto a lo de los conciertos de dos horas y la gira de dieciséis meses, es la primera vez que lo escucha. Se pregunta Bill si no se lo podían haber comentado cuando se vieron varias veces para ensayar desde finales de 2011 hasta principios de 2012; nadie le dijo nada. Con respecto a sus problemas de salud y sobrepeso responde que no era nada que le permitiese llevar a cabo el tour, de hecho una de sus cirugías era menor y la llevó a cabo al encontrarse laboralmente desocupado; con respecto a sus otros ingresos respondían a cuestiones de salud inesperadas y que no se podían presagiar meses antes. Le vuelve a recordar el contrato que, dicho sea de paso, nadie del entorno de Ozzy ha desmentido y de paso le lanza un dardo envenenado a Sharon Osbourne. Sentencia Bill finalmente que lo siente por todo el pasado que les une pero que, pese a desearle lo mejor, corta el vínculo que tenía con Ozzy.


La tormenta está desatada, por lo que conviene estar atento a las nuevas perlas que escupirá el pobre Ozzy de la mano de Sharon, su mujer. Conviene retroceder un poco en el tiempo para hacerse una idea más completa de todo este entramado de dimes y diretes. Desde que Tony Iommi y Geezer Butler se volvieron a aliar con el tristemente desaparecido Ronnie James Dio para reinventarse y triunfar con Heaven & Hell, Ozzy se empeñó por activa y por pasiva en cerrar todas las puertas a cualquier posible reunión con Sabbath. Curiosamente Ozzy y Ward han sido los dos miembros de Sabbath que más unidos han estado a lo largo de todos estos años, lo que se ha traducido siempre en impedimentos para que otros vocalistas se pusieran al frente del micro de Black Sabbath, especialmente para Ronnie Dio. De todos es conocida la antipatía que ha sentido Ozzy por Dio desde que el segundo le sustituyó al frente de su banda madre en 1980, consiguiendo hacer resurgir de sus propias cenizas a un grupo defenestrado; de hecho fue el propio Bill Ward el que se echó atrás a última hora antes de la publicación de “Heaven & Hell”. La historia se volvió a repetir cuando se volvieron a reunir en el 2006 con motivo de la publicación de un nuevo recopilatorio de Black Sabbath, nuestro querido batería estuvo mareando la perdiz hasta que se desvinculó del proyecto, por lo que Iommi volvió a recurrir a Vinny Appice; en las dos ocasiones Bill Ward comentó que no veía a unos Black Sabbath sin Ozzy, poco podía presagiar la puñalada trapera que le clavaría nuestro ladrador favorito. Todo eran sonrisas y alegrías entre Iommi – Butler – Dio, nadie se acordaba de Ozzy o comentaban que era imposible volver a reunir a Sabbath con él. Falleció Dio el 16.05.2010 y el 11.11.2011 se anunciaba la reunión de la formación original con Ozzy. Huelga todo comentario.

                                                   Heaven & Hell (Black Sabbath con Dio).

                                                        Black Sabbath. Reunión 2011.

La sorpresa llegaba cuando, durante los primeros meses de 2012, se hacía público que Bill Ward no llegaba a un acuerdo con los otros Black Sabbath para formar parte de la reunión. Parece ser que a Ward le ofrecieron un contrato económico menor que a los otros tres miembros, además ha trascendido que no se fiaban del estado físico de Bill para afrontar la grabación y la gira mundial que tenía previsto realizar el grupo. Cuando hablamos de los mánagers conviene aclarar que nos referimos a Sharon Osbourne, la dura esposa de Ozzy que guía todos sus pasos y de la que incluso hasta el mismísimo Lemmy Kilmister comentó en una ocasión que tiene más pelotas que cualquiera y que con ella no se bromea…y Lemmy tampoco bromea. 

                                                            Sharon Osbourne.
 
Hubo un duro toma y daca entre Sharon Osbourne y Bill Ward hasta que el batería publicó un comunicado en el que reconocía que estaba fuera de la reunión debido a las injustas condiciones que la esposa de nuestro lanzador de cubos de agua favorito le imponía. A todo esto Iommi y Butler calladitos, no sea que se les jodiera la reunión. Desgraciadamente Tony Iommi bastante tenía con su lucha contra el cáncer de linfoma que acababa de hacer público también a principios de 2012 y que a día de hoy, afortunadamente, parece tener bajo control. Desde aquí le deseamos todo lo mejor. Finalmente el disco de reunión, titulado “13”, se publicó en junio de 2013. 

                                                              Tony Iommi.

Entre todas las tonterías que salieron de la boca de Ozzy para justificar la decisión de no contar con Bill Ward, hay algunas realmente cachondas. El propio Ward se sorprende cuando se habla de la gira de dieciséis meses prevista para promocionar el disco de reunión, nadie le comunicó nada de eso en su momento. Finalmente la gira que se realizó tuvo cuatro tramos:
20 Abril – 12 Mayo de 2013: Australia y Japón. 9 conciertos.    
25 Julio – 1 Septiembre de 2013: EEUU. 19 conciertos.
4 Octubre – 26 Octubre de 2013: Latinoamérica. 9 conciertos.
1 Junio – 27 Junio de 2014: Europa.  9 conciertos.
En total fueron cuarenta y seis conciertos y algo más de tres meses y medio de gira, repartidos en un año y dos meses. Tras cada show estaba programado al menos un día de descanso y, a veces, más de dos o tres. Habrá que preguntarle a Sharon qué tipo de cuentas efectuó para que le salieran dieciséis meses de gira.        

                                                         Ozzy y Bill Ward.

Es cierto que la enfermedad del guitarrista Tony Iommi trastocó las actuaciones y la planificación de la gira, pero también es verdad que Ozzy Osbourne lleva haciendo estas “pseudo giras mundiales” con pocas actuaciones y conciertos de poco más de una hora de duración desde hace treinta años. El estado de forma de Ozzy lleva bastantes años siendo precario, y de su voz mejor ni hablamos porque se lleva arrastrando por los escenarios ofreciendo interpretaciones vocales sonrojantes desde hace años. Por este motivo sus declaraciones vetando a Bill Ward por estar gordo o por no encontrarse en forma rayan el cinismo. Pero bueno, qué podemos esperar de un señor que, según reveló hace tiempo su hija Kelly Osbourne, cuando fue a hablar con su profesora se quedó dormido y empezó a tirarse pedos durante la entrevista debido a su peculiar estado de salud. Desde ese momento el entrañable Madman tiene vetado su acceso a dicho centro de estudios. Eso sí que es “School’s out” y no lo de Alice Cooper. Impagable momento. De hecho el anecdotario de payasadas que ha llevado en público nuestro hombre daría para un libro, supongo que habrá que dedicarle una entrada por aquí en el futuro.

                                                              Ozzy en su salsa.

Pero es que si nos detenemos a pensar durante unos segundos, el motivo que impedía a Bill Ward ser tratado como un igual por sus compañeros de grupo no parecía ser válido para los problemas de salud de Tony Iommi. Parece ser que a Iommi sí se le podía esperar pero a Ward no. Es que no hay por dónde cogerlo.
Incluso en un puro ejercicio de hipocresía el propio Ozzy le dice a Ward que deje de ir de víctima y que no mienta al público…y lo dice un señor que no ha presentado ni una sola prueba de todas las acusaciones que realiza sobre Bill Ward y que en muchas de sus declaraciones a la prensa no sabes si tomártelo en serio o como la caricatura de pantomima con la que solía ridiculizarse sin el más mínimo rubor para entretener al público norteamericano en aquel despropósito televisivo en forma de reality chapucero que respondía al nombre de “The Osbournes”; como daba dinero, sin problemas. Imagino que el hecho de lanzar esta serie de comunicados puede buscar además una triste publicidad para sus próximos proyectos artísticos. Desgraciadamente, a veces, todo vale.

                   Ozzy en acción.                                    Ozzy con Justin Bieber.                 Ozzy y Sharon.

En fin, un desafortunado episodio más destinado a ensombrecer ese fantástico legado musical que supone la discografía de Black Sabbath. Quedémonos escuchando esa joya que produjo y ensambló Rick Rubin bajo el nombre de “13” e intentemos olvidar estas esperpénticas trifulcas más propias de los tristes personajillos de nuestra telebasura hispana.