Clube de Adictos a Deep Purple

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Púrpura Chess

This blog is basically a musical site. Here we talk about the music we like, using different angles. As dear and missed Jon Lord once said: “Music is the highest kind of Art that exists”. I think the same way too.

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lunes, 25 de marzo de 2024

Nueva caja de Black Sabbath: "Anno Domini 1989 - 1995". Los años de Tony Martin.

Finalmente ocurrió. Tras varios años de especulaciones, rumores, declaraciones a favor o en contra y diversos dimes y diretes de variada enjundia, por fin aconteció: Se acaba de anunciar de manera oficial la publicación de una nueva caja recopilatoria de la producción discográfica de Black Sabbath, esta vez abarca los años comprendidos entre 1989 y 1995; o sea, la etapa de Tony "The Cat" Martin al frente del micrófono de la mítica formación de Birmingham. Se obvia, no es algo que sorprenda, el disco de la fugaz reunión Sabbath/Dio titulado "Dehumanizer" que se publicó en el año 1992 y que pasa por ser uno de los mejores de la abultada discografía del que esto suscribe... pero como aquí no canta Martin, ya se sabe.

Esta nueva caja, que responde al título de "Anno Domini", tiene prevista su publicación el próximo día 31 de Mayo. Comprende tres de los cuatro discos que Sabbath grabó con Tony Martin a las voces. En sus cuatro cds -o vinilos, según la edición con la que decidas rascar tus bolsillos- nos encontramos los discos "The Headless Cross", "Tyr", "Cross Purposes" y el denostado "Forbidden", publicados en los años 1989, 90, 94 y 95 respectivamente. Todos ellos se presentan remasterizados, como no; incluso "Forbidden" ha sido remezclado por el guitarra Tony Iommi especialmente para esta edición. Como uno ya peina bastantes canas y tiene las orejas con muchas horas de vuelo musical, tiene claras todas las suspicacias del mundo con estas nuevas remasterizaciones/remixes/revisiones... llámalo como quieras. La mayoría de las veces no aportan casi nada e incluso pueden llegar a sonar peor que los propios originales, pero eso es otra cuestión.

 De cualquier modo, reivindicar este periodo tan especial y la mayoría de las veces infravalorado de la producción musical de Black Sabbath siempre es una buena noticia. Tony Martin ha pasado a la historia como el segundo plato tras el micro de Sabbath. Ozzy fue el original, Ronnie Dio le sustituyó consiguiendo alcanzar cotas de popularidad similares e incluso mayores para el público que nuestro peculiar Madman -no bromeo, hay por ahí mucho seguidor del cuarteto británico que tiene en un pedestal los discos que Dio-, Gillan tiene ya un peso específico por él mismo y no pasa por segundón de nadie, cuestión similar que le sucede a Glenn Hughes. pero Tony Martin fue el desconocido que tuvo que agarrar el micrófono de Sabbath y justo en uno de los momentos en los que la credibilidad de la banda estaba más en entredicho... y consiguió ayudar a remontar esa credibilidad con un puñado de discos a cuál mejor. Iommi & Co no solo no le agradecieron la jugada, sino que en cuanto pudieron le vendieron por unas pocas monedas, primero en la súbita reunión con Dio a la voz y después haciendo lo propio con Ozzy. Esto es algo por lo que el binomio Iommi/Butler se han caracterizado durante toda su carrera musical: si hay que vender a alguien por pillar más pasta venderán sin pudor las bragas de sus respectivas progenitoras sin siquiera pestañear. Esto es tan tristemente cierto que no ofrece discusión alguna. El bueno de Martin asumió sin grandes problemas su papel de contratado y además siempre se ha mostrado respetuoso y agradecido con el universo Sabbath por haberle dado la oportunidad de su vida.

Black Sabbath: Tony Iommi, Cozy Powell, Tony Martin y Neil Murray.

Pero volvamos con la caja. No recopila el primer disco de Martin con el grupo, el más que recomendable "The Eternal Idol". Imagino que esta decisión se debe a que ya hace unos años se publicó una estupenda edición de lujo en la que recopilaba en los extras las demos del disco grabadas por el vocalista Ray Gillen. caviar del bueno. Más inexplicable resulta la ausencia del directo que el grupo publicó tras la gira de presentación de "Cross Purposes" y que responde al nombre de "Cross Purposes Live". Un directo con un set list muy interesante, pero que contaba con un Tony Martin bastante mermado en sus cualidades vocales, un mal día, un constipado o vete tú a a saber. 

Si nos referimos a los discos de Black Sabbath publicados con Tony Martín, el público suele referirse a "Headless Cross" como la obra maestra de esta interesante etapa del grupo. Discrepo. "Headless Cross" es un discazo estupendo, pero "Eternal Idol" o "Tyr" no se quedan atrás y "Cross Purposes" es definitivamente la joya de la corona. Recuerdo cómo me voló la cabeza la primera vez que lo escuché y cómo me sigue poniendo la carne de gallina cada vez que lo paso por mis oídos. Toda la esencia de la música oscura de Sabbath respira ahí, pero con unas melodías y unos arreglos pletóricos de clase y calidad, en las antípodas de las estructuras machaconas y repetitivas de los primeros discos con Ozzy. Cuestión de gustos, supongo. Como curiosidad, el propio Geezer Butler, bajista original del grupo y creador de las letras y melodías de todas esas primeras obras, dice que el disco no le gusta nada, que es como si Sabbath sonase a Rainbow y de hecho tras esa gira dejó a la banda. En Fin. Cuestión de gustos, supongo una vez más.

Black Sabbath: Tony Iommy, Bobby Rondinelli, Geezer Butler y Tony Martin.

la otra cuestión que nos chirría sobremanera es el apartado de los temas extras. Estas cajas y reediciones suelen tener el aliciente de contener termas inéditos, demos, grabaciones de directo y otras joyas que lo son para muchos de nosotros. No es así el caso de esta caja. Apenas tres temas extra en el total de los cuatro cds: "Cloak and dagger", "What's the use" y "Loser gets it all". Todos ellos ya aparecidos como extras en ediciones anteriores de "Headless Cross", "Cross Purposes" y "Forbidden" respectivamente, de hecho cualquier fan mínimamente interesado en la banda los tendrá seguro. Y digo que todo esto chirría después de haber escuchado en estos últimos años al propio Tony Martin asegurando que había mucho material inédito de sus años en el grupo y que esperaba que si al final esta caja veía la luz todo el gran público los pudiese disfrutar ¿?

En fin. Esperaremos a lo albores del verano para poder disfrutar de esta nueva caja y ver si finalmente tan mal estaba la producción de "Forbidden" que hemos escuchado todos estos años frente a esta nueva remezcla del disco por parte de Tony Iommi.

 

Por increíble que parezca, este humilde blog ya tiene cuenta de instagram. Por si quieres echar un vistazo:






miércoles, 3 de febrero de 2016

A vueltas con Black Sabbath. Geezer Butler – Bill Ward. II.



La banda de Iommi, Ozzy y compañía vuelve a estar de plena actualidad, el problema es que no solo por motivos musicales. Su nueva gira de despedida, anunciada bajo el sugerente nombre de “The End”, apenas acaba de empezar y los nuevos roces, cruces de declaraciones y demás sinergias del entramado Sabbath vuelven a brotar cual florecillas en primavera. Las noticias de sus componentes y sus ex generan un cúmulo de despropósitos tan inverosímiles como ridículos que consiguen darle una nueva vuelta de tuerca a esta familia musical tan encantadoramente disfuncional. Definitivamente habrá que plantearse realizar una entrega de artículos por fascículos para cubrir las esperpénticas trifulcas de estos angelitos.


Después de que los miembros originales Tony Iommi, Geezer Butler y Ozzy Osbourne anunciasen por enésima vez su gira de despedida, el batería original Bill Ward, que no fue de la partida en un movimiento de dudosa ética, volvió a la carga con nuevas declaraciones en las que se entristecía por no ofrecer al público una última gira con la formación original al completo. Hasta aquí todo normal: pataleta del bueno de Ward por quedarse sin ninguna parte del pastel. Sin embargo, el asunto cogió grados cuando el bajista Geezer Butler se descolgó con unas sorprendentes declaraciones en las que aseguraba que a Bill Ward se le ofreció participar en un concierto especial de despedida y que éste no lo aceptó, devolviéndole la pelota de las culpas sentimentaloides para no ofrecer una actuación final de los componentes habituales. Lo cachondo del asunto es que… jamás le ofrecieron ese show a Bill Ward!
Nuestro entrañable Bill inmediatamente reaccionó con otro comunicado en el que aseguraba no haber recibido esa invitación de la que hablaba Butler. El affair se zanjó con el entrañable Geezer emitiendo un comunicado en el que comentaba que había sido un error por su parte y lanzando una tibia disculpa redactada con un escueto y endemoniado “sorry Bill Ward”, palabras textuales.

                                                       Geezer Butler y Bill Ward.

El management que lleva a Black Sabbath debe ser lo más parecido al camarote de los hermanos Marx. Toda esa unión por conveniencia de abogados, representantes, músicos con sus parejas y demás alimañas llenas de rencor acumulado pero condenados a entenderse para ganar pasta debe estar tan abocada al caos continuo porque solo así se puede explicar que aparezca uno de los músicos originales realizando unas declaraciones públicas sobre un tema tan delicado sin tener ni la más remota idea de lo que habla. Si querían publicidad gratuita para alimentar el morbo de las actuaciones en directo de esta supuesta última gira lo han vuelto a conseguir. El entorno de Ozzy Osbourne lleva años generando y alimentando las más variadas y esperpénticas polémicas para obtener una publicidad que les siga manteniendo en el candelabro, el problema es que llevan tanto tiempo arrastrando su credibilidad por el fango que cada vez se acercan más a una triste parodia de ellos mismos. Y es triste, porque la música de Sabbath y Ozzy es lo suficientemente buena y valiosa para permitir que hable por sí misma. Desgraciadamente parece que lo que aquí importa es la cantidad de ceros que sumemos al pasar por caja y, si para llamar la atención del gran público hay que grabarse meando en un bote, se graba uno y listos.


En cuanto a la gira mundial, veremos qué tal. Se va a comercializar un nuevo Cd compuesto por cuatro temas de las sesiones del disco “13” que no aparecieron en dicho álbum más el añadido de las tomas en directo de otros cuatro temas. Al menos para este nuevo tour mundial no han tenido la desfachatez de hablar directamente de los supuestos problemas físicos de Bill Ward para aguantar una gira mundial de dieciséis meses como hicieron la vez anterior. Recordamos que esa gira mundial de 2013 -14 supuso un total de cuarenta y seis conciertos –la mayoría de los grupos realizan esas actuaciones en un par de meses, tres a lo sumo-. Para este nuevo tour de 2016 se han anunciado las siguientes fechas:

   - Norteamérica. 1ª parte: Dieciocho conciertos.
   - Australia: Siete conciertos.
   - Europa: Quince conciertos.
   - Norteamérica. 2ª parte: Dieciocho conciertos.

Esta vez tenemos programados un total de cincuenta y ocho actuaciones, del uno de Enero al veintiuno de Septiembre de 2016. El tour acaba de empezar y desgraciadamente ya han tenido que suspender dos conciertos debido a unos problemas de salud de Ozzy, el comunicado oficial explica que ha padecido una sinusitis. No le deseo mal a nadie, y mucho menos al entrañable Ozzy, pero tal vez empieza a sobrar la excusa del estado de salud de Bill Ward cuando son ellos mismos los que, con muy buen criterio, están programando una gira con conciertos espaciados para poder llevarla a cabo en las mejores condiciones posibles. Son señores con sesenta y muchos años, conviene tenerlo en cuenta. El problema es que el estado vocal de Ozzy lleva años rozando lo patético y resulta triste la inquina con la que se expresa, tanto él como el resto del grupo, con respecto a la situación física de Bill Ward. El agravio comparativo resulta grande e injusto. Puede ser que Bill Ward no se encuentre en la mejor de las condiciones para un tour de cincuenta conciertos, pero desde luego Ozzy no está mejor que él. Además conviene recordar que Bill siempre defendió a Ozzy todos los años que el Madman estuvo fuera de Sabbath. La puñalada trapera que le asestó el encantador Osbourne con motivo de esta última reunión de Black Sabbath todavía deber estar supurando en la espalda de Ward.

                                                       Ozzy Osbourne y Bill Ward.

De cualquier modo habrá que estar atento al maravillosamente amorfo universo Sabbath en esta última gira mundial que les acercará a casi todos los rincones del globo; menos a España, claro. El set list sigue estando a la altura de su leyenda y siempre es un placer disfrutar de Tony Iommi encima de un escenario. 



                                                          Black Sabbath: "Cry all night".